SIERRA DE SAN LORENZO  2


Un poco más abajo la carretera bordea otro de los lugares más encantadores de la ruta, la desembocadura del río Calanmatio, en la presa de Piarrejas o contraembalse de Mansilla. Si es de los que prefiere conocer a fondo las costumbres de las gentes de los sitios por donde pasa, haga un alto en el hostal-venta de Goyo y pregunte por el dueño. Le contará esos detalles que a menudo no aparecen escritos en ningún libro. El lugar se encuentra junto a la desembocadura del río Urbión y es punto de cita de aficionados a la buena pesca y caza. En este rincón comienza la ruta de las Cinco Villas, una de las más atractivas de la sierra, con pueblos como Ventrosa, Viniegra de abajo, Viniegra de Arriba, Montenegro de Cameros o Villoslada de Cameros, llenos de encanto serrano. El recorrido también es conocido por la Vuelta de las Viniegras, que sirve de unión a las sierras de los Carneros Viejos y Nuevos. Tras abandonar el cruce, la antigua comarcal pasa junto al puente de La Hiedra, lugar especial por su singular belleza, mezcla de naturaleza y arquitectura, y entra de lleno en tierras de monasterios e historia. El primero que encontramos es el de la patrona de La Rioja, Nuestra Señora de Valvanera, a 5 kilómetros de la carretera. El edificio por dentro puede datar de tiempos del rey visigodo Leovigildo, aunque en este apartado sobre el origen del monasterio la historia está llena de imprecisiones; por fuera la cosa está más clara, la última remodelación se hizo en 1949. 

La mayoría de las dependencias se levantaron en el siglo XVIII, aunque como en muchos lugares de España, la invasión francesa arrasó gran parte de ellas en 1809. La imagen de la patrona es del siglo XII y las leyes de Mendizábal desestabilizaron en 1839 el futuro del cenobio al echar a la comunidad benedictina del lugar. Después volvieron en 1885. A pesar de todo, es un punto obligado de parada, no sólo por el arte que aún conserva, sino por los maravillosos alrededores que adornan el edificio. La siguiente cita es la localidad de Anguiano, que vive del monasterio y de sus fiestas, famosas en todo el país. tienen lugar el 22 de julio y los protagonistas son ocho danzadores, calzados con zancos de casi medio metro de altura, que bailan, saltan y hasta corretean dando giros, por una empinada calle, que asusta verlos. No se las pierda. En Boadilla, a 8 kilómetros, hay que dejar la LR-113 y girar a la izquierda hacia San Martín de la Cogolla, otro de los lugares de obligada presencia. Del mismo cruce sale una carretera local que nos acerca a la bonita zona de acampada de El Rajao, a 8 kilómetros del pueblo de Tobía ( al final de la carretera).  San Millán de la Cogolla es el símbolo monacal de La rioja y uno de los principales centros religiosos de España. Su valor histórico y su aportación a la lengua castellana le han hecho ser uno de los puntos más visitados por peregrinos procedentes del cercano Camino de Santiago. En San Millán se puede visitar dos monasterios, el de arriba, llamado de Suso, arriba en castellano antiguo, es el más viejo y el más encantador. De él cuentan mil historias sobre San Millán, huésped durante muchos años del lugar, y de los cientos de peregrinos que acudían a visitarle para ser curados. 

En el pequeño claustro de entrada se encuentran las tumbas de los cuerpos decapitados de los siete infantes de Lara, sus cabezas reposan en la iglesia parroquial de Salas de los Infantes, en la provincia de Burgos, y en el interior, además de su traza visigoda-prerrománica, destaca el osario, las cuevas y ese tronco relictico de parra, cubierto con cerámica de Talavera, hecho crecer por San Millán para levantar una casa. En este bello escenario se escribieron las primeras palabras en castellano, allá por el siglo X. Abajo del valle, se encuentra el otro monasterio, el de Yuso, abajo, en castellano viejo, mucho más grande que el de Suso y lugar de reposo de San Millán. Casi todo lo que se ve es del siglo XVI y de 1992, como el aula permanente dedicada a la investigación filológica y a los estudios de la lengua española. No descuide esta visita, el monumental templo, la sacristía, la biblioteca y la arqueta de San Millán, con ilustraciones en marfil, son algunas de las mejores pistas del monasterio. De San Millán se puede ir por una pista a Ezcaray si el tiempo es bueno y no ha llovido o nevado mucho con anterioridad.  A poca distancia de Yuso se encuentra el pueblecito de Berceo, cuna de nuestro primer poeta en lengua castellana, Gonzalo, recordado en un busto de bronce que hay a la entrada de la parroquia. Después se pasa por Cañas, cuna de otro gran personaje de la vida monástica española, Santo Domingo de Silos, con bello monasterio cisterciense, austero y tranquilo, como mandaba la regla, y una pequeña tienda en el interior donde las monjas venden objetos de cerámica, decorados por ellas mismas, para poder llegar al final de mes.

El paisaje de esta parte, la sierra de San Millán, es hermoso, especialmente en primavera, con lomas muy suaves rebosando verde de alfalfa y blanco de nieve, y con las primeras muestras del paisaje más característico de esta región, campos de viñas. Poco antes de enlazar con la N-120 ( Logroño-Vigo), se pasa por Alesanco, cuna del marqués de la Ensenada, ministro de Carlos III. La última parada hay que hacerla en Nájera, con mucha leyenda de por medio y rica en monumentos. lo primero en visitar es el monasterio de Santa María la Real, de mediados del siglo XVI, con bello claustro gótico, excelente coro alto con interesantes relieves, fíjese en el central, con la Virgen dispuesta a amamantar a su hijo, y magnifico panteón Real de los monarcas de Navarra. La cueva que aparece al fondo es el lugar donde la tradición sitúa la leyenda del rey García Sánchez y su encuentro con la talla de la Virgen, culpable de este perfecto marco. Para el final queda un tranquilo paseo por la ribera del Najerilla.