RUTA GASTRONÓMICA POR LA RIOJA  1


Tierra llena de contrastes, donde la historia ha dejado profundas huellas en el patrimonio y en el paisaje en forma de monasterios, castillos y caminos de peregrinaje. La Rioja es, además, durante todo el año, un paraíso para quienes gustan del buen comer y del buen beber. El prestigio que sus vinos tienen en su patrimonio, denominación de origen con siete variedades, cuatro en tintos y tres en blancos, compite en calidad con una gastronomía excelente.

La Rioja gastronomica tiene que ver con la variedad del paisaje y del clima. Igual que en el vino, se pueden distinguir también las comarcas de La Rioja Alta y La Rioja Baja en la ribera del Ebro, y las tierras serranas asentadas en el discurrir de los ríos que descienden desde las montañas del sur a los valles próximos al Ebro. La ruta gastronómica que propongo arranca de Haro, el centro de producción vitivinícola más importante de la región, y termina en Villoslada de Cameros, en plena sierra riojana, cuna de afamados embutidos. La ruta recorre cerca de 300 kilómetros y ocho poblaciones. El tiempo ideal para disfrutarla y , sobre todo, degustarla como merece es de tres días.

CUNA DEL CASTELLANO

En La Rioja Alta, desde Haro hasta Logroño, capital de la comunidad, destacan los productos típicos de las huertas y cultivos de estas tierras, que ofrece verduras, legumbres, patatas y carne de cordero, que se traduce en platos como la menestra de verduras, los caparrones (pequeñas judías o alubias rojas), las alubias blancas y pochas, pimientos rellenos de patatas con chorizo, chuletillas de cordero, asados de cordero y cabrito, y postres de leche o de frutas con vino.

HARO (Oficina de Turismo. Teléfono 941303366), es la capital del vino de la Rioja. En el barrio de la Estación se concentra el mayor número de bodegas centenarias de Rioja, aquellas que iniciaron el proceso de renovación de los vinos mediante los métodos franceses de elaboración y crianza en barricas de roble. Destacan la López-Heredia, con su emblemática torre; las Bilbaínas, con su museo y La Rioja Alta, fundad en 1890. Detrás de la plaza de la Paz, centro del municipio, se encuentra el palacio de Paternina, con una vistosa fachada renacentista. La afamada batalla del Vino, en la que todos los asistentes se arrojan miles de litros de vino utilizando los envases más variados, se celebra el 29 de junio, dentro de las fiestas dedicadas a San Juan, San Felices y San Pedro.

A 20 kilómetros por la N-124, primero y la LR-111, después, se llega a Santo Domingo de la Calzada (Oficina de Turismo. Teléfono 941341230), punto importante dentro del Camino de Santiago. Sus calles están vertebradas en torno a su catedral, la de El Salvador, de estilo románico-gótico. Su interior, de tres naves, alberga un soberbio retablo renacentista de Damián de Forment, varios trípticos flamencos, un claustro gótico tardío y la cripta donde está enterrado Santo Domingo. El 12 de mayo se celebra el almuerzo de la Cofradía del Santo, en el que se reparte un guiso de garbanzos con carne de cordero que han estado pastando libremente durante todo el año. Además, durante los días 6,7,8 y 9 de diciembre se celebran las ferias de la Concepción con su mercado medieval de productos artesanos y agroalimentarios.

Tras recorrer 18 kilómetros por la N-120 y la LR-204, se llega a San Millán de la Cogolla (Oficina de Turismo. Teléfono 941373259), una localidad famosa por los dos monasterios que alberga su termino municipal, el de Suso o arriba y el de Yuso o  abajo, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, y porque en el monasterio de Suso, en el siglo X, se escribieron las Glosas Emilianenses, que contienen las primeras palabras en castellano y vascuence. Las fiestas patronales de San Millán de la Cogolla dan comienzo el 12 de noviembre, y el 15 de junio se celebra una romería a la cueva de San Millán.

A 17 kilómetros, tomando primero la LR-205 y enlazando después con la LR-113, se llega a Nájera (Oficina de Turismo. Teléfono 941 36 00 41). Bañada por el río Najerilla, esta villa fue capital de Navarra durante los siglos X y XI, periodo en el que se convirtió en hito jacobeo debido a que el rey navarro Sancho El Mayor modificó el Camino de Santiago para que atravesase esta zona riojana. Visita indiscutible merece el monasterio de Santa Maria La Real, construcción románica que alberga el panteón de los reyes del Reino de Nájera-Pamplona, una de las más importantes de España. En julio, actores locales representan las Crónicas Najerenses, que recrean los tiempos que la capital del Najerilla fue cuna de reyes.

Para llegar a Logroño, la capital de La Rioja, hay que recorrer 27 kilómetros siguiendo varios tramos de las carreteras LR-113, N-120 y N-232. Logroño (Oficina de Turismo. Teléfono 941 29 12 60), posee una de las zonas de chiquiteo más importantes de la comunidad. Las calles Laurel y San Juan son dos de las que más bares concentran. Además no puede faltar un paseo por El Espolón, espacio ajardinado donde late la vida de la ciudad, y una visita a la catedral de Santa Maria de la Redonda, en cuyo interior destaca un magnifico retablo y la Tabla del Calvario, obra de Miguel Ángel. Las fiestas de la Vendimia riojana, son de interés turístico internacional, se celebran del 20 al 26 de septiembre, con degustaciones al aire libre. El día 21, festividad de San Mateo, se ofrece a la Virgen de Valvanera, patrona de la Rioja, el primer mosto de la vendimia. El 11 de junio, en las fiestas de San Bernabé, patrón de la ciudad, la Cofradía del Pez reparte a cada asistente un pez, un bollo de pan y una jarrita de vino, en recuerdo del sitio que padecieron los logroñeses en 1521.