SIERRAS DE ESPUÑA Y MORATALLA  2


Varias son las sendas que llevan a estos lugares, enclavados en la ladera norte del morrón de Espuña, a 1350 metros de altura. De Collado Bermejo se puede ir por un camino de tierra cortado a los vehículos que sale a la izquierda y que lleva después, al final del todo, al barranco de Malvariche; también se puede acceder por la senda del morrón Chico o de Alhama, un poco más adelante, pasados Las Labores, la Casa Rosa y el desvío a la fuente del Hilo. Todo el parque está preparado con abundantes zonas de acampada, recreativas y refugios, Fuente Rubeos, Fuente del Hilo, La Perdiz, etc, para pasar unas horas o unos días en la zona. Tras pasar las instalaciones de la Fuente del Sol, quedan a la derecha según el sentido de nuestra marcha, hay que continuar la carretera asfaltada hasta las siguientes zonas recreativas que aparecen en el camino: Fuente del Hilo, cerca de la casa forestal Huerta Espuña, y para Fuente Rubeos, ambas acondicionadas para comer y disfrutar de la naturaleza. La verdad es que las posibilidades paisajísticas que ofrece la sierra de Espuña son muy variadas y el entrar en detalle de todas ellas nos llevaría a elaborar un volumen aparte. Las indicaciones que aparecen a lo largo del recorrido son la mejor referencia para conocer lo básico del parque natural. Si puede no se vaya sin visitar las paredes de Leyva, llegará a ellas por una pista forestal que sale a la izquierda pasado el Albergue Juvenil, antiguo sanatorio de tuberculosos. La carretera de Fuente Rubeos baja hasta la localidad de Alhama de Murcia, la próxima parada, importante núcleo con interesantes construcciones, como el castillo árabe, la iglesia barroca de San Lázaro, los Baños Termales, que aprovechan las aguas de la sierra de la Muela y que fueron la causa de que los romanos bautizaran a la población con su actual nombre.

El primer fin de semana de mayo se celebran Los Mayos, declarada fiesta de interés turístico regional, con peleles de trapo elaborados por los alhameños, que representan escenas de la vida cotidiana de la localidad y pandillas de jóvenes disfrazados de bufones, llamados "corremayos". Tras visitar Alhama hay que volver a la C-3315 sentido Priego-Mula y desviarnos a la izquierda una vez pasado el poblado de Gebas y el camino a El Berro. La carretera asfaltada nos lleva a los pueblos de El Barbo y Casas Nuevas y deja a la izquierda la fuente La Portuguesa, casi al comienzo del camino, otra zona de acampada que cuenta con cocinas y agua potable para pasar el día. Este el acceso que utilizan los vecinos de la cercana localidad de Mula para acudir a sierra Espuña. La carretera recorre el limite norte del parque y las panorámicas que se observan son excelentes, con bosques de pinar de repoblación y alguna mancha de encinar. Sierra Espuña es un ecosistema joven, nacido a finales del siglo XIX gracias a la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura que intentó repoblar estos montes para evitar riadas, como la de Santa Teresa, producida en 1879. Se plantaron pinos, robles, abetos pinsapos, olmos, chopos, acacias y encinas y todo eso es lo que se ve desde las diferentes carreteras. Una vez en Casas Nuevas hay que continuar por la carretera hasta el cruce de la de Aledo-Zarzadilla de Totana y girar a la derecha hacia esta última y recorrer, fuera ya de limites de sierra Espuña, las sierras de Burete, Cambrón y Lavia, bellas y tranquilas, sobre todo tranquilas por la ausencia de pueblos.

Antes de entrar en Bullas, conviene acercarse al monte El Carrascalejo, a la izquierda del camino, una de las zonas recomendadas por los vecinos. Bullas es tierra rica en vinos tintos, rosados y blancos con los que se elaboran unas magnificas torrijas. Aquí se inicia la ruta turística del Noroeste, indicada en la carretera por la Administración murciana, posiblemente la zona más desconocida de la región. Cehegín se encuentra a 13 kilómetros de Bullas y es una de las localidades más interesantes del interior murciano. Cuenta con tres museos, de Arte Sacro, Arqueológico y Etnologico, un bello mirador, el de la plaza de la Constitución, un encantador casco medieval, declarado conjunto histórico-artístico, dos iglesias y varias zonas naturales de gran belleza, como La Hoya de don Gil, la sierra de Lavia, el Coto Real y el Refugio, alguna de ellas algo alejadas del pueblo. A 10 minutos de Cehegín, queda Caravaca de la Cruz, importante localidad dominada por los restos de la fortaleza que guarda lo mejor del pueblo, el santuario de la Vera Cruz. El castillo es ahora un gran patio de armas con bellos miradores de todas las sierras posibles de Murcia y por supuesto del pueblo. Dentro del santuario se conserva la santa reliquia, esa cruz de doble brazo que se le apareció al rey moro Ceyt Abuceit la mañana del 12 de mayo de 1231. toda la ciudad recuerda aquella histórica fecha y a lo largo de la Gran Vía, la principal avenida de Caravaca, las joyerías ofrecen una gran variedad de cruces realizadas en todos los tamaños posibles.

También conviene darse una vuelta por la monumental iglesia del Salvador, renacentista de planta cuadrada, robustos pilares y amplia, muy amplia. Otros monumentos de interés son los monasterios de San José y El Carmen, fundados respectivamente por Santa Teresa y San Juan dela Cruz, la plaza de toros y la interesante plaza del Arco. A las afueras, de camino a Moratalla, hay que ver las Fuentes del Marqués, un bonito paraje natural situado muy cerca del pueblo. Las fiestas mayores son a primeros de mayo, están declaradas de interés turístico regional y además de celebrar la aparición de la Santa Cruz son aprovechadas para engalanar con ricos mantos bordados a los llamados Caballos del Vino, que compiten en carrera hasta el castillo. Moratalla es casi el final de la ruta y la zona más alta de Murcia. Se encuentra a tan sólo 14 kilómetros de Caravaca y presenta un amplio catalogo de construcciones de interés, como la iglesia de la Asunción, el convento de San Francisco, la ermita de Santa Ana, el museo de Arte Sacro y el castillo, con magnifica torre del homenaje. Moratalla es un permanente balcón abierto desde el que se divisan unas excelentes vistas de la sierra que lleva su nombre y es uno de los caminos de partida para acudir al pico más alto de la región, el Revolcadores. Antes de salir del pueblo recorra algunas de sus empinadas calles, pobladas de pequeñas tabernas, tiene más de 20, que alivian un poco tanto subir y bajar. Para visitar el interior de la sierra de Moratalla puede hacer dos cosas, tomar desde Moratalla la carretera local a Casas de los Corrales y El Sabinar, sector noroeste, o bajar de nuevo a Caravaca y enlazar con la comarcal 330 hasta El moral y El Entredicho, sector suroeste, puntos de partida para adentrarse en la sierra y subir al pico Revolcadores. La primera opción supone 40 kilómetros y la segunda 60, pero merece la pena. La vuelta puede hacerla por dos puntos: hacia el sur, por la Puebla de don Fadrique y la comarcal 321, ya en tierras de Granada; y hacia el centro y norte por la misma carretera sentido parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas. También puede volver a Caravaca y bajar a Lorca o Alcantarilla.