NAVALCARNERO, LUGAR DE INTERÉS TURÍSTICO


Si hay algo por lo que destaca actualmente Navalcarnero es por su clara vocación turística. Una vocación que pasa por la calidad, la gastronomía, el cuidado de su espacio histórico, su belleza arquitectónica y su importante oferta turístico-cultural. La villa conserva aún su más puro estilo de pueblo castellano, con un pasado histórico relevante, numerosos monumentos artísticos, una gastronomía típica y unas tradiciones que hacen del municipio un lugar de interés turístico.

A ello ha contribuido la labor emprendida desde el Consistorio de recuperación y protección del patrimonio histórico-artístico, que ha permitido rehabilitar el casco antiguo de la localidad, rescatar los signos de identidad y conservar aquellos elementos significativos del pasado de la Villa. Paralelamente se han construido nuevas plazas, fuentes y monumentos y se han puesto en marcha proyectos de recuperación y reconstrucción de antiguos espacios públicos, ermitas, humilladeros, etc.

La idea, en resumen, es la de conjugar lo moderno con lo tradicional, la habitabilidad con el patrimonio, los espacios funcionales con la accesibilidad al centro del casco histórico. La riqueza patrimonial es el principal aliciente de la Villa, por lo que debe ser preservada y potenciada, de manera que Navalcarnero siga manteniéndose como uno de los municipios más turísticos de la Comunidad de Madrid.

De este modo, miles de personas visitan Navalcarnero cada año, atraídos tanto por la belleza arquitectónica de la Villa como por la importante oferta turístico-cultural (teatro, música, danza, cine, ferias, fiestas..). El turismo se presenta como un elemento esencial para el impulso de Navalcarnero y la difusión de su cultura, el cual repercute además muy positivamente en la economía del municipio.

NUESTRA HISTORIA

A un paso de estrenarse el siglo XVI tiene lugar la fundación de Navalcarnero en un lugar conocido como La Perdiguera, terreno de señoríos. Un año antes de 1500 Segovia prepara el terreno para su fundación legal e implicar a la Corona para conseguir una provisión real que autorice su primer concejo. Y así, el 10 de octubre de 1499 comenzaría la gran página de la historia del municipio en un acto sencillo que congregaría a dos alcaldes (Juan de Toledo y Francisco Martín), un alguacil (Juan García) y dos asistentes (Miguel Sánchez y Juan Mateos). Estos seis vecinos de Perales pasan a ser habitantes de la nueva población y con ellos se inicia el nacimiento de Navalcarnero bajo la jurisdicción segoviana.

Tienen que pasar 128 años para que el vecindario se emancipe de Segovia y la forma de conseguirlo es mediante la compra de su propia jurisdicción a la Corona, constituyéndose así como Villa independiente en 1627. Pero la Villa de Navalcarnero ha demostrado ser fiel a sus raíces hasta el punto de adoptar el emblema de Segovia en su propio escudo de armas, reconocimiento que los navalcarnereños siguen mostrando en su municipio. Navalcarnero puede contar con orgullo algunos acontecimientos de su historia de los que ha sido testigo privilegiado. Si se pregunta entre los vecinos quizá hay uno que destaque entre todos, la Boda Real del Rey Felipe IV y su sobrina, la archiduquesa doña Mariana de Austria el 7 de octubre de 1649. Como un gesto de agradecimiento el monarca le concede al municipio el privilegio de poder intitularse "Villa Real" en 1651, al que hay que incorporar el ya obtenido con la emancipación de Segovia. Por tal motivo, hoy sus habitantes pueden decir que es doblemente "Villa", como lo aseguraba el Rey, al pronunciar su célebre frase: "la hago, e intitulo, la Villa Real de Navalcarnero".

Con el paso del tiempo la génesis de aquella población formada por un grupo reducido verá crecer y transformar su paisaje más inmediato. La Villa se desarrolla al paso del espíritu luchador que siempre ha caracterizado a sus vecinos, lo que ha servido de musa e inspiración para muchos artistas. De los grandes hechos hay grandes centenarios, por eso Navalcarnero ha celebrado recientemente el aniversario de sus citas con la historia. En 1999 se hermana con la ciudad de Segovia al cumplirse 500 años de la Fundación de la Villa y 350 años de la Boda Real.