RUTAS POR LA SIERRA DE GREDOS


Al valle de Iruelas, inicio de la ruta, se accede desde la presa del embalse de Burguillo, en la N-403, entre la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias y Ávila, a 5 kilómetros de El Tiemblo.

VALLE DE LAS IRUELAS.- De la presa del embalse de Burguillo, a 5 kilómetros de El Tiemblo, sale una carretera que bordea el pantano en dirección a Las Cruceras. A 3 kilómetros se encuentra este antiguo poblado resinero, hoy centro de turismo rural. El valle de las Iruelas es una garganta de la porción más oriental de la sierra de Gredos, que desagua en el río Alberche. Sus bosques están poblados principalmente de pinos, pero también hay abundantes muestras de encina, roble, enebro, castaño y olmo. La verdadera riqueza natural de Iruelas son las 70 parejas de buitre negro que anidan aquí. El valle de Iruelas esta declarado ZEPA, Zona de Especial Protección de Aves. El centro de turismo rural ofrece información y cuenta con casas rurales en el antiguo poblado resinero, camping y picadero de caballos. Además, alquilan bicicletas y canoas y existen rutas señalizadas para el senderismo y la observación de aves y plantas.

NAVALUENGA Y BURGOHONDO.- La ruta por el valle del río Alberche. Se sale de nuevo a la N-403, girando en dirección a Ávila y tomando, 8 kilómetros más adelante, la desviación que, hacia Navaluenga y Burgohondo, bordea el embalse de Burguillo. El puente medieval de Navaluenga y las praderas y chopos que lo rodean son el mayor atractivo de la localidad, además de la iglesia de los Villares, levantada en el siglo XV, y el antiguo Ayuntamiento, del siglo XVIII. A 7 kilómetros, Burgohondo fue el primer núcleo habitado del valle, y se levanto en torno a un convento de agustinos. De aquella abadía queda la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, de finales del siglo XII. A partir de Burgohondo, la carretera empieza una prolongada subida hacia el alto de Serranillos. Un pequeño valle engarzado en las alturas deja espacio para Navarrevisca y Serranillos. La pendiente se hace más acusada al coronar el puerto de Serranillos a 1575 metros, una magnifica balconada hacia la vertiente sur de Gredos y el valle del Tietar.

LAS CINCO VILLAS.- La larga bajada del puerto de Serranillos va a dar a San Esteban del Valle, una de las Cinco Villas del señorío que rigió el destino de estas tierras durante la época medieval. Nada más entrar al pueblo, el viajero se topa con la enorme silueta de la iglesia parroquial, cuya torre aún deja ver su antigua condición de fortaleza defensiva. Al llegar al centro urbano, un cruce indica el camino hacia Santa Cruz del Valle, uno de los pueblos más pintorescos de la zona; por la derecha se llega a Mombeltrán, localidad que fuera cabeza del señorío medieval de las Cinco Villas. En un promontorio cercano al pueblo levanto Beltrán de la Cueva el magnifico castillo de los Alburquerque, cuya planta cuadrada aún domina esta zona alta del valle del Tietar. La iglesia parroquial es gótica, de los siglos XIV y XV. El edificio de fachada rojo almagre, en la plaza Corredera, es el antiguo hospital de San Andrés, fundado en 1517. Cuevas del Valle y Villarejo del Valle completan las Cinco Villas.

NAVARREDONDA DE GREDOS Y HOYOS DEL ESPINO.- Tras pasar San Martín del Pimpollar aparecen Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, excelentes puntos de partida para visitar la sierra. Poco antes de llegar a Navarredonda se encuentra el parador de Gredos, construido en 1926 como refugio de la caza. Navarredonda de Gredos tiene dos iglesias, la de San Benito del siglo XIV y la de la Asunción, de tres naves y sólida torre de sillería, construida en siglo XVI. Hoyos del Espino vive del turismo. A la salida, en dirección a El Barco, un crucero gótico señala la subida al santuario del Espino, el mejor ejemplo de gótico abulense de la comarca. Su interior atesora ricos retablos y tallas de madera. Desde su fachada principal se tiene una de las mejores vistas de la vertiente norte de Gredos. Una carretera de 11,5 kilómetros lleva desde Hoyos del Espino hasta Plataforma, inicio de excursiones a pie por la sierra. La ruta clásica lleva hasta la laguna Grande, el circo de Gredos y el refugio Elola (dos horas y media), donde con seguridad se podrán ver ejemplares de cabra hispánica.