PORTO DO SON


Pretende esta web ser un punto de partida para que todas aquellas personas que nos visiten puedan empezar el recorrido por nuestro ayuntamiento. Tratare de facilitarles la información mínima y los servicios necesarios para hacerles agradable su estancia con el fin de que sean nuestros mejores embajadores y recomienden nuestro ayuntamiento a sus conocidos y amigos. Esperamos también que sepan perdonar y comprender nuestros errores, de los que queremos aprender y nuestras limitaciones que incentivaran nuestro ingenio.

El ayuntamiento de Porto do Son se encuentra al noroeste de la península del Barbanza, en el sur de la provincia de A Coruña. el océano Atlántico baña estas tierras de la Ría de Muros-Noia, considerada la división natural entre las rías Altas y Baixas. sus paisajes y sus costas, hasta hace poco tan agrestes y bellos como desconocidos, han dado en poco tiempo la vuelta al mundo, convertidos en escenario natural de muchos de los mejores planos exteriores de la premiada película Mar Adentro. Porto do Son puede presumir de una privilegiada situación geográfica. Quienes lo visitan y los que tienen la fortuna de disfrutarlo cada día como vecinos, apenas tienen que recorrer distancia alguna para disfrutar de la montaña, con cumbres que superan los 600 metros, y la playa. El término municipal dista cuarenta y cinco kilómetros de Santiago de Compostela y, con sus veintinueve mil metros de litoral, es el ayuntamiento próximo a la capital de Galicia que reúne un mayor numero de playas. Su puerto deportivo, el más importante desde Baiona hasta A Coruña, es otro de sus grandes atractivos. Porto do Son está distribuido en 10 parroquias con una población aproximada de 11.000 habitantes.

La península de Barbanza fue una zona poblada desde épocas muy antiguas y como herencia de aquellos primeros pobladores quedaron en estas tierras, y de forma muy particulares el actual Porto do Son, gran cantidad de yacimientos arqueológicos que siguen regalando con cierta asiduidad, diversos hallazgos que hablan del pasado. Así, las hachas de silex, los petroglifos, los numerosos asentamientos castreños, las mámoas (sepulcros), aras romanas o lápidas funerarias, como las de Queiruga son una buena muestra de ello.

buena parte de estas piezas se pueden visitar en lugares escogidos para su conservación. Así, el Centro de Interpretación del Castro de Baroña acoge un ara romana recuperada del monte Enxa, cerca de la aldea de Montemuiño, en la propia parroquia de Baroña. Los expertos la datan entre los siglos I y II después de Cristo, y se especula con que estuviese dedicada a una deidad nativa, muy probablemente Naviae. A unos kilometros, enel museo provincial de Pontevedra, se atesora otra de estas muestras de art antiguo sonense, el ara dedicada a Diana Venatrix, hallada cerca del actual iglesia de Baroña. Hay varios restos de sepulturas y sepulcros de esta época en diferentes lugares del municipio, sobre todo en los montes de Baroña, San Pedro de Muro y Xuño.

La tradición que recoge el escritor Manuel Murguia, esposo de Rosalía de Castro, asegura que en el invierno de 1750 se produjo una gran tempestad, con enormes olas que azotaron las costas de la zona. La fuera del mar dejó al descubierto una lápida en la playa de Seiras, también conocida como playa de Seilas. Tal vez ese enterramiento haya sido la casa de que la pieza haya llegado hasta nuestros días en buen estado. Su mármol blanco deja adivinar una fina escritura que revela su propietario: se había dedicado a un tal Rufinus Sellesis, cuyos padres, según el epígrafe ,eran Rufus y Sabinula. Se cree que puede tener su origen en el siglo II después de Cristo.

el Castro de Baroña. Es un deposito arqueológico encuadrado en el ámbito norte de la cultura castreña. Está situado en la llamada Punta do Castro, ocupando la totalidad de una península de 22.622 metros cuadrados, con un pequeño istmo aireado y barrido de un lado a otro por los golpes de mar de las marejadas de invierno y con unos acantilados de cara al oeste, el lado más castigado por el mar, que llegan a un altura de 25 metros. Se accede al castro por un camino a veces enlosado Justo en la entrada del istmo, el camino aparece coronado por un foso transversal, de 57,5 metros de largo por 3,75 metros de ancho y alrededor de 3 metros de fondo máximo (no se limpio totalmente), trabajando en la roca base de xisto. Inmediatamente detrás encontramos una primera muralla de 35 metros de largo y una anchura media de 6 metros. La técnica constructiva consistió en emparejar dos muros de mampostería casi paralelos, o mejor, ligeramente fusiformes, de 1 metro de ancho cada uno de ello y llenar el espacio credo entre ambos con arena y piedra.

Una segunda muralla, situada a 50 metros de la anterior, como mínimo, cierra el recinto habitacional, permitiendo el acceso al mismo por una única puerta. El tramo que va desde ésta en dirección norte se va complicando en una solución de tres muros de mampostería que suben escalonados con sucesivas caras y comunicándose entre si por rampas. El tramo sur de la muralla está hecho con un sólo muro, de mampostería, que después de formar el paramento externo y la cara sur de la puerta, corre por el interior, con una mampostería de piedra más pequeña, siguiendo la dirección de la cara externa. El interior del recinto tiene una primera zona con restos de edificaciones y, ascendiendo por unas escaleras monumentales, otro nivel con restos habitacionales. Una muralla escalonada, con rampas entre los diferentes trozos de muro, con una dirección este-oeste y perpendicular al exterior separa los dos barrios. Desde el tercero, ascendiendo bien por un camino que, cortado sobre una cala que llega a tener 25 metros de altura, bordeando la cara que da al istmo, se llega al punto más alto del castro. Recomendamos visitar el Centro de Interpretación que se encuentra situado en el edificio del antiguo ayuntamiento.

El Arte. En este apartado no deseo hacer una exposición erudita de todos los edificios y obras a visitar en el ayuntamiento porque no tendría cabida así y seria para otro tipo de guía. Sólo intento que el visitante pasee por nuestras parroquias con otros ojos, fijándose en ciertos edificios o enclaves con otra mirada, en una palabra, que disfrute de ellos. Las iglesias del ayuntamiento fueron sufriendo transformaciones a lo largo de los años, las últimas son del XIX. Algunas aún conservan elementos románicos o prerrománicos, como paramentos, ventanas, etc... Los estilos que aparecen van desde esos elementos románicos hasta los barrocos o los neoclásicos, todos ellos matizados por el carácter rural de las construcciones que, lejos de los centros de producción del estilo, lo reciben muy depurado y los reinterpretan. A pesar e ello, tengo que decir que la construcción de los edificios en entornos privilegiados hace aconsejable su visita, aunque no sea un especialista en arte. Sólo es necesario tener cierta sensibilidad por las representaciones artísticas populares.

En resumen todas son interesantes por su construcción o sus alrededores y nunca decepcionaran al visitante. Esta es una forma distinta de hacer turismo y de apreciar la fuerza de un pueblo que mantiene sus tradiciones.