NOIA ( A CORUÑA)


Debido a su pasado histórico, la villa cuenta con importantes monumentos artísticos: iglesias, cruceros, palacios, capillas y más de 100 escudos que reflejan el carácter nobiliario de algunas familias.

1 La Iglesia de Santa Maria a nova. Está situada en el corazón del cementerio. Fue declarada monumento Histórico-Artístico en el año 1973. Construida por el arzobispo de Compostela Berenguel de Ladoira (1327) fuera de las murallas de la villa, pertenece al estilo gótico marinero. Presenta una sola nave, dividida en cuatro tramos separados por arcos apuntados. En el interior, además del Museo de las Laudas, puede verse el sepulcro de Xoán de Estivadas, la Capilla de los Carneiros y una hermosa pila bautismal. En el exterior destaca el pórtico de la entrada (1817), la inscripción fundacional encima de la puerta sur y los sarcófagos construidos en el muro norte. En el cementerio puede observarse el crucero gótico en el sur, y el baldaquino conocido como el Cristo do Humilladoiro, en el norte.

2 Iglesia de San Martín. Se encuentra n la plaza del Tapal, dominada por el Palacio de los Churruchaos con la ventana ojival en la fachada y el crucero gótico labrado en las cuatro caras del capitel y en la cruz. La iglesia la mandó construir el arzobispo Lope de Mendoza (434). Destaca la belleza de su fachada dividida en tres cuerpos verticales. En los extremos las torres, en el centro, el gran rosetón y la puerta que tiene en su tímpano los escudos de Castilla y León y las armas del arzobispo. En las arquivoltas se representa a Cristo rodeado de doce músicos. En las jambas que ciñen la puerta se esculpieron en dos cuerpos las figuras de los apóstoles. La entrada a la iglesia suele hacerse por la puerta lateral norte, en la que aparece representada la figura de la Virgen con el Niño Jesús, rodeada por el arzobispo Mendoza y San José.

3 Iglesia de San Francisco. Es de estilo ojival-renacentista. Presenta una nave dividida en cinco tramos. Destaca en su interior la capilla del muro de la Epístola, que acoge a dos sarcófagos bajo arcos muy rebajados.

4 Museo de las Lapidas Sepulcrales (laudas). Está en el interior de la iglesia medieval de Santa María a Nova. Consta de una valiosa colección de Laudas Sepulcrales. La presencia de más de 500 lápidas, comprendidas entre los siglos XIV y XIX, justifica la importancia del cementerio. Las laudas expuestas en  nave de la iglesia presentan en su superficie relieves (escudos y figuras) y grabados (marcas y útiles de trabajo) que identificaban al difunto. En función de esas marcas pueden clasificarse en: heráldicas, con figuras humanas, con marcas profesionales, con inscripciones y mixtas. Los numerosos grabados referidos a las profesiones de los difuntos (sastres, carniceros, canteros, carpinteros, marineros, etc) convierten a esta necrópolis medieval en un importante cementerio gremial.

5 Puente de Traba. Comunica los arrabales de San Bernardo y O' Couto. Está construida sobre un puente de la vieja calzada romana Per Loca Marítima, que recorría la costa gallega desde Brácara Augusta. Consta de cuatro arco medievales con fuertes pilares para soportar la corriente del río.

6 Molinos "da Pedrachán". Pertenecieron a Antonio Cortés de Mendoza y Soutomaior, conde de San Bernardo, tal como reza en un relieve donde aparece la figura del Santo y las armas del noble Las aguas del río Traba aún mueven sus viejos rodicios.

7 Hospital de Adentro. Era uno de los tres hospitales medievales que existían en la villa, junto con el Hospital del Espiritu Santo y el de San Lázaro. Muestra una fachada plana con un arco apuntado en su puerta y el escudo de armas del arzobispo de Compostela Rodrigo de Luna. También se conoce con el nombre de Casa da Gramática.

La villa de Noia se sitúa en el fondo de la ría del mismo nombre, en una encrucijada de caminos y a 35 kilómetros de Santiago de Compostela, capital de Galicia. Su origen se remonta a las culturas prehistóricas. Poblada en la época megalítica y de los castros, presenta vestigios de un pasado romano y fue, durante la Edad Media, cuando e convirtió en una de las principales ciudades de Galicia al descubrirse en Santiago el Sepulcro del Apóstol. Convertida en el puerto de Compostela, la villa experimentará u gran crecimiento de sus actividades comerciales.

Por la Carta Puebla del año 1168, otorgada por Fernando II, se crea el actual burgo, que será escenario de las luchas medievales que tienen como protagonistas a los prelados de Santiago y a los nobles que rivalizaban en el control de la villa medieval. Será en esta época cuando se construyan las iglesias de Santa María a nova y San Martín, las casas góticas de los señores de la villa y el Castillo o fortaleza del Tapal, donde residían los arzobispos de Santiago durante el verano. Uno de los arzobispos residentes en Noia fue el francés Berenguel de Landoira que a principios del siglo XIV, buscó refugio en la villa ante la negativa de los burgueses de Santiago a abrirle las puertas de la ciudad. Como recompensa a esa ayuda mandó construir la iglesia de Santa María a Nova y la muralla con doce puertas que la protegía de los ataques.

La villa también fue escenario de la Revuelta Irmandiña, la lucha del pueblo contra los abusos de la nobleza laica y eclesiástica. Asaltaron la Fortaleza del Tapal, convertida en señal de identidad de la poderosa Mitra que, hasta el año 1812 (Constitución de Cádiz), era el autentico dueño de la villa. La Edad Moderna será la época de la presencia del pirata Francis Drake en la ría, como respuesta a la expedición de la Armada Invencible, y a la llegada de los industriales catalanes a nuestras costas. La Edad Contemporánea será la de la ocupación de la villa por el ejercito francés, la revuelta contra los industriales catalanes, el protagonismo del escultor Xosé Ferreiro y el apoyo de la villa a la Revolución Gallega de 1846.