COSTA DA MORTE


CAIÓN Y CARBALLO.- En Carión, una aldea de pescadores, se descubren características comunes a muchas localidades del litoral, conocido como la Costa da Morte, por la abundancia de naufragios y acontecidos en él. En su plaza se levanta la iglesia de San Xurxo, único resto del convento de los Agustinos fundado en el siglo XVI. Desde Caión hay que bajar a Laracha y tomar la C-552 hasta Carballo, localidad famosa por sus fiestas de San Juan. Son muy concurridas sus ferias tradicionales, que tienen lugar delante de la Casa Consistorial los segundos cuartos y quintos domingos de cada mes. Las fiestas más importantes de Caión es la romería a Nuestra Señora dos Milagres y en Carballo las fiestas de San Juan.

BUÑO.- Está a 8 kilómetros al noroeste de Carballo en dirección a Malpica de  Bergantiños. Se accede a través de la C-114, tomando después la desviación hacia Buño, la capital de la alfarería coruñesa. De tradición secular, se caracteriza por la utilización de los colores rojizos y verdosos, destacando las trompetas de Carnaval y las viradeiras, plato con un asa en el centro, usado para voltear la tortilla. Yendo hacia Malpica de Bergantiños, una pista de tierra bordea el camping As Sisargas. Tras  recorrer 700 metros por ella se alcanza, a la diestra, un dolmen conocido como Pedra da Arca. 

PONTECESO.- A Ponteceso se llega tras circular, a lo largo de unos 8 kilómetros, por la CP-4307, atravesando las localidades de Mens, con un templo románico y un  castillo, y Graña. En Ponteceso destaca la casa donde residio Eduardo Pondal, poeta del movimiento literario gallego denominado O Rexurdimento y autor de Os Pinos, que pasaría a ser la letra del himno de la comunidad autónoma. Ponteceso es la ultima localidad que visita el río Anllóns. Este río forma en su desembocadura un gran meandro, catalogado como Espacio Natural de la Ensenada de Insua. En medio de la ensenada se sitúa el islote de Cagallóns, al que es posible pasar con la marea baja. Cerca queda la playa de Balarés, arenal formado por un valioso conjunto de dunas móviles.

PUNTA RONCUDO.- La carretera que lleva de Ponteceso a Corme conduce en 13 kilometros hasta punta Roncudo, famosa por sus excelentes percebes y por las vidas que se ha llevado el mar en sus aguas. Impresiona aquí el paisaje, especialmente cuando el temporal arremete contra los riscos. Se trata de un lugar que entraña cierto peligro, y en  el que es prudente no dejar a los niños sin vigilancia.

LAXE.- En Laxe, justo frente a Corme, al otro lado de la ría y a 12 kilómetros de Ponteceso por la LC-430 y la LC-431, destaca la iglesia de Santa Maria de la Atalaya, de estilo gótico, su cementerio y la playa. El caserío tiene un genuino sabor marinero, especialmente la calle Real, salpicada de casas nobles. Desde el faro cercano se domina una amplia panorámica.

CAMELLE.- Para llegar a Camelle es preciso sortear las montañas de la sierra de Pena Forcada. Previamente se habrá partido de Laxe hacia Nande, tomando la desviación que arranca antes de Ponte do Porto. Desde Camelle, pueblo de pescadores, se recomienda realizar el paseo que conduce hasta el cementerio de los Ingleses en media jornada de bicicleta, o en una caminando a través de uno de los paisajes más solitarios de toda la Costa da Morte. En el cementerio, entre la playa de Trece y el cabo Tosto, reposan los restos del naufragio de un buque escuela, acaecido en el siglo pasado. En el trayecto se pasa por las localidades de Arou, pegada al mar y Santa Mariña, en lo alto del monte y cercana a un pintoresco puerto. La pista solo esta asfaltada en sus primeros kilómetros y luego resulta impracticable para turismos.

CAMARIÑAS.- Desde Camelle hay que regresar a Ponte do Porto y tomar la carretera que conduce a Camariñas, localidad que luce el simbólico titulo de capital del encaje, dada la gran tradición que estas labores tiene en la villa. La iglesia local, bajo la advocación de San Jorge, se halla en un alto y muestra una fachada del siglo XVIII. Unos 5 kilómetros separan Camariñas del cabo de Vilán, de gran interés ornitológico. El faro, inaugurado en enero de 1896, fue el primero de España en funcionar con energía eléctrica. Entre la punta del cabo y Camariñas queda la capilla de la Virxe do Monte.

CORCUBIÓN.- Hay que continuar hacia el sur hasta salir a la C-552 para girar después a la derecha hacia Corcubión, apacible villa marinera en la que destaca su iglesia parroquial, de trazas góticas y construida entre principios del siglo XIII y finales del XV. La fachada volvió a levantarse después de que un temporal la destrozara en 1832. Carretera adelante se alcanza el castillo del Cardenal, construido a partir de 1741 en la punta de Cantelo. Es de propiedad particular y no se visita. Muy cerca, una pista conduce a San Pedro da Redonda, con un conjunto de hórreos bien cuidados y la capilla de San Pedro.

FISTERRA.- La C-552 lleva hasta Fisterra (Finesterre), con dos buenas iglesias: Nosa Señora do Bon Suceso y Santa Maria das Areas, de finales del siglo XII. En el casco histórico se halla el castillo de San Carlos, mientras que en el puerto se levanta el monumento al Emigrante, de 1993. En el cabo Fisterra están los restos de la ermita de San Guillermo, donde las parejas con problemas de fertilidad hacían el amor pensando que el lugar reunía condiciones que favorecían el embarazo, creencia procedente tal vez de un rito con raíces prehistóricas. Las mejores panorámicas del enclave se obtienen subiendo al monte Facho, desde el que se divisa con claridad el islote O Centolo, ante el que se fueron a pique varios barcos a lo largo de la historia. Al mencionado monte se accede tomando a la derecha un cruce señalizado antes de llegar al faro, levantado en 1853 y que desde 1888 cuenta con sirena.