DESEMBOCADURA DEL RÍO MIÑO


La línea de RENFE que comunica Monforte de Lemos y Tuy permite un fácil acercamiento hasta la desembocadura del Miño, un río tan plagado de historias y leyendas durante su curso como rico en valores naturales en su tramo final. Su estuario conforma la frontera natural que divide las tierras gallegas del vecino Portugal. Situado en el noroeste peninsular y declarado Espacio Protegido, las 4.000 hectáreas sobre las que se extiende el estuario están consideradas como uno de los humedales más importantes de la Península, que, además, cuenta con la particularidad de tener varias islas fluviales en su tramo final. Allí numerosos afluentes alimentan un Atlántico voraz, que, junto con las riberas del Miño y las demás corrientes dulces que llegan al mar, forman un valioso ecosistema.

En total, el estuario del río Miño se extiende a lo largo de 14 kilómetros, para alcanzar los dos mil metros de ancho en su desembocadura, en A Guarda. Su margen final está ocupada por un larguísimo arenal en el que se han formado tres playas fluviales de fina arena, cuyas aguas cambian de grado de salinidad a medida que lo hacen las mareas. Así, cuando está en baja el agua se presenta dulce y casi templada, mientras que en pleamar, cuando el Atlántico penetra con fuerza en la desembocadura, la temperatura del agua desciende y sube su salinidad.

Todo el estuario posee una excepcional riqueza ornitológica. Cormoranes, garzas reales o gacelas conviven aquí con correlimos, porrones moñudos, ánades reales, avefrías, martines pescadores y un largo etcétera. También las riberas del Miño y sus aguas son refugio de varias especies tanto vegetales como piscícolas. Salmones, que tienen aquí su limite de distribución más meridional de toda Europa, lampreas o anguilas nadan a la sombra de un espeso bosque de ribera y vegetación palustre.

Para conocer esta riqueza ambiental, el viajero puede descubrir nada más apearse en Tuy una buena muestra de especies en el Monte Aloia, declarado Parque Natural en 1978. Su robledal de la ermita posee un bosque de caducifolios autóctonos, además de algunos ejemplares de cedros, acacias y eucaliptos. Éste es el hábitat elegido por el zorro, el conejo, la perdiz o el milano común. La cima del Monte Aloia permite una espectacular panorámica sobre todo el Val Miñor y el valle del Louro. Pero si existe un mirador excepcional por estos parajes, ése es el Monte de Santa Tecla, en A Guarda. Altivo y con el peso de miles de años de historia bajo su cima habitada desde el Paleolítico, Santa Tecla es un punto de obligada visita para todo el que se acerque hasta el estuario del Miño. Aquí es donde el río abandona definitivamente sus verdes riberas y se une al Atlántico, y desde aquí, en días claros, el horizonte oceánico se pierde en el infinito. El Pico de San Francisco y O Facho son los nombres de los dos miradores naturales del Monte de Santa Tecla, generoso lugar desde donde también es posible divisar la zona del Alto Minho en Portugal, la ciudad catedralicia de Tuy, el Valle del Rosal e incluso las lejanas islas Cies.

La estación ferroviaria de Tuy, punto de partida de la ruta verde hacia la desembocadura del río Miño, es la última parada española en la línea que enlaza Vigo con la localidad portuguesa de Oporto. Este tren sólo realiza dos trayectos diarios, pero con horarios perfectamente compatibles para enlazar con cualquiera de los regionales y ferrocarriles de Grandes Líneas que llegan a Vigo. en concreto, las salidas de este tren se realizan a las 8:25 horas de la mañana y a las !9:08 de la tarde, y el tiempo empleado para cubrir el recorrido es de apenas cuarenta minutos. Desde Madrid, se puede llegar a Vigo en el tren-hotel, que aprovecha la noche para llegar a la ciudad gallega a primera hora de la mañana y efectúa paradas en Ávila, Medina del Campo, Zamora y Orense. También se puede llegar a Vigo desde Barcelona, por la línea que atraviesa de este a oeste la franja norte de la Península, pasando por Lérida, Zaragoza, Pamplona, Vitoria, Burgos, Palencia o León. Además, también podemos llegar desde la estación de Tuy a cualquiera de las capitales gallegas o ciudades importantes. Sin olvidar que la línea de alta velocidad permite incluso la posibilidad de salir de la comunidad andaluza hasta Madrid con tiempo suficiente de trasbordar bien al TALGO diurno, bien al tren-hotel nocturno.