MESETA  LUCENSE


Lugo es una bella ciudad que conserva las murallas romanas que la rodean, declaradas monumento nacional. En ella se encuentra la catedral de Santa María, además de muchos edificios de contrastada importancia, que le confieren una singular belleza. En Palas de Rei, y situado sobre el Camino Francés, se encuentra el castillo de Pambre, uno de los pocos que resistió la revolución de los irmandiños, que ofrece una bella imagen. Vilar de Donas es un emblemático monasterio románico del siglo XII, con bellos sepulcros y espectaculares pinturas murales góticas y un retablo que representa el milagro eucarístico de O Cebreiro.

En Monterroso, además de a los templos románicos, es interesante acudir a las ferias, de larga tradición, que se organizan cada primero de mes. Taboada irá acercando al viajero al Miño, donde la cantidad de monumentos religiosos que allí se encuentran anuncian la proximidad de la Ribeira Sacra. En un lugar privilegiado de la serra do Faro se alza, majestuoso, el monasterio de Oseira, uno de los más importantes de Galicia, cuyo origen se remonta al siglo XII, cuando cuatro monjes decidieron empezar una vida monacal. O Saviñao ofrece perspectivas maravillosas sobre el río Miño, sobre todo de la zona que describe una gran curva en forma de U, que se puede apreciar con gran precisión desde los miradores naturales de A Cova. En esta zona, que llega hasta Pantón, se encuentran numerosos monumentos religiosos de gran importancia, que se unen a la ruta del románico de las tierras bañadas por el Sil, la Ribeira Sacra.

Así, capitaneados por San Esteban de Ribas de Miño, están Diomondi, Seteventos y San Vitorio de Ribas de Miño, entre otros. Un poco más al sur está el templo de San Miguel de Eiré, y,  en Ferreira de Pantón, se encuentra el monasterio cisterciense de las Bernardas de Santa María. Todos ellos son de una extraordinaria belleza, hasta el punto de que algunos están considerados monumentos nacionales. Monforte de Lemos es una pequeña ciudad monumental, atravesada por el río Cabe, que está presidida por la fortaleza de los condes de Lemos. Destaca el Colegio De Nosa Señora a Antiga, llamado "el Escorial gallego". Otros lugares de interés son el convento de las Clarisas, el monasterio de San Vicenzo de Pino y el puente romano sobre el río, llamado A Ponte Vella. Portomarín es una población a orillas del Miño, que fue anegada por el embalse, por lo que tuvieron que edificar una nueva villa en una zona más alta, trasladando a esta parte algunos de los monumentos, salvándolos así de ser cubiertos por las aguas. Resalta la iglesia-fortaleza de San Nicolás. Desde Portomarín, yendo hacía Sarria, se encuentran otras iglesias románicas de interesante valor artístico, como la de Sa Facundo de Ribas de Miño, la de Santa María de Ferreirós y la de Santiago de Barbadelo.

Sarria es una villa histórica, coronada por la Fortaleza, que fue destruida por los irmandiños. Conventos, iglesias y el hospital que acogía a los peregrinos son algunos de los interesantes monumentos de esta población. El valle del Viso y el municipio de O Incio guardan celosamente la belleza de la iglesia de San Pedro de Fiz de Hospital, más conocido como Hospital de Incio. Este templo románico está construido con mármol de la zona, que contrasta con el techo de madera. Está considerado monumento nacional. Es zona de abundantes manantiales de aguas ferruginosas, e innumerables minas de hierro se asientan alrededor.