TRUJILLO, DATOS HISTÓRICOS


Su localización geográfica es privilegiada, a pocos kilómetros de Cáceres y de Mérida y en plena autovía Lisboa-Madrid. Su ubicación, sobre un enorme batolito granítico, nos hace comprender que ésta ya fue lógica en época prehistórica y prerromana y que, incluso, el establecimiento de los romanos se debió, en gran parte, a su estratégica situación. Restos prehistóricos y prerromanos son la muestra de una ocupación de la parte más elevada de la población, conocida entonces como "Turgalium", siglos antes de que la posterior "Castra Iuliae", fuera municipio de la provincia de la Lusitania y tributaria de la vecina colonia "Norba Caesarina", Cáceres, tal como cuenta Plinio.

Si bien la dominación visigoda dejó pocas referencias de importancia en la población, la llegada de los árabes siglos después, hará que esta ciudad florezca y amplíe su estructura urbanística y su importancia militar y comercial. La "Torgiela" árabe, así se conocía Trujillo en esta época, girará en torno a la Alcazaba o Castillo, edificado en la parte más alta de la ciudad y en sus alrededores irá creciendo la Villa, a la que o faltaron importantes edificios militares, civiles y religiosos, por lo que "El Edrisi" dijo de ella "Es grande y parece una fortaleza".

Quinientos años de ocupación musulmana no impedirían los intentos de los reyes cristianos por conquistarla: primero seria el rey Alfonso VIII, en 1186, quien lo logrará, aunque ésta volvería a manos de los almohades años después, hasta que definitivamente en enero de 1232, según cuenta la leyenda, con la ayuda de la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo, la ciudad pasara a manos de las tropas cristianas. Altamirano, Bejarano, Chaves, Orellana, Pizarro, etc... son linajes que, desde el siglo XIII poblaron Trujillo, que crecerá en importancia hasta tal punto que en 1430 el rey Juan II le otorga el titulo de ciudad.

Trujillo pasará a la historia pocos años después gracias al Descubrimiento de América y en concreto al descubridor del Perú, el trujillano Francisco Pizarro. A Francisco Pizarro le seguirán un buen número de trujillanos, Diego García de Paredes, Alonso de Monroy, Francisco de Orellana, Hernando de Alarcón, etc ; nombres éstos relacionados con la conquista americana en tierras de Venezuela, Chile, la Selva del Amazonas o California. La ciudad seguirá creciendo a partir de los siglos XVI y XVII gracias, en parte, a las numerosas construcciones realizadas por trujillanos marchados a América que volvieron a su ciudad natal definitivamente dejando para Trujillo edificaciones de enorme valor histórico-artístico, que han hecho de esta ciudad una de as más bellas de Extremadura.

De esta forma, la primitiva zona de la Villa se verá aumentada hacía la Plaza Mayor, pasando a ser el centro principal de la población desde el siglo XVI. Trujillo se convirtió, con el paso de los siglos, en un núcleo de importancia para el resto de poblaciones limítrofes, llegando a alcanzar fama como centro ganadero comarcal Hoy en día es símbolo de ciudad abierta y sociable, no en balde una de las ciudades más visitadas de Extremadura y elegida durante años sede para la celebración del Día de Extremadura, fiesta regional autónoma.