VALLE DEL JERTE EN AUTOMÓVIL  1


Cerezos en flor, luz, naturaleza, profundas gargantas, excelente gastronomía, historia y tipismo se concentran en una preciosa ruta, de unos 55 kilómetros, ideal para realizar en un par de días. Es la comarca extremeña del valle del Jerte ( Oficina de Turismo 927 47 25 58), ubicada al norte de la provincia de Cáceres, entre las estribaciones de la sierra de Gredos y la ciudad de Plasencia. La recorre el río Jerte, que le da nombre, y que es afluente del río Tajo. Lo integran 11 municipios unidos en una mancomunidad que reúne a unos 15.000 habitantes. Muchos son los encantos a descubrir en esta paradisíaca comarca, pero sobre todos ellos destaca el esplendor de sus campos cuando al comienzo de la primavera se produce la floración del cerezo. Los habitantes del valle celebran este acontecimiento con la fiesta del cerezo en flor, en la última quincena de marzo.

La ruta comienza en El Torno y acaba en Tornavacas, y para iniciarla se toma como referencia la carretera N-110, que une Plasencia, en la provincia de Cáceres, con El Barco de Ávila, ya en tierras abulenses, y que corre a lo largo del río Jerte en dirección noroeste. El Torno (Ayuntamiento 927 17 5066) está situado en plena ladera de los montes de Tras La Sierra, en el marco de las sierras de Cabezabellosa y de La Cabrera, y destaca, además de por su producción de aguardientes y licores de cereza, por ser un balcón privilegiado para observar la totalidad del valla del Jerte. Su término municipal estuvo habitado desde tiempos prehistóricos, hecho que prueban los distintos utensilios de piedra tallada hallados en su territorio y las tumbas antropomorfas halladas en las fincas El mojigato, Romanejo y en El prado Camacho, fechadas en la Edad de Hierro. El núcleo principal de la población cuenta con calles muy peculiares, como la de Portugal y la del Barrio del Castillo, con casas entramadas con solanas.

La siguiente población en la ruta es Casas del Castañar ( Ayuntamiento 927 47 80 01), una localidad a la que se accede saliendo de El Torno por la CC-V-51 e incorporándonos a la N-110 para después desviarnos por la CC-V-86 en un recorrido aproximado de unos doce kilómetros. Casa del Castañar se encuentra recostada sobre la falda de la sierra de San Bernabé y se extiende sobre la vertiente sur meridional del valle. En principio, cuando se cruza esta localidad por carretera se puede pensar que se trata de un pueblo moderno a juzgar por los edificios levantados en sus laterales, pero si tomamos cualquiera de sus vías descendentes penetraremos en una configuración de casas antiguas, elevadas, serranas, entramadas, con solanas en el último nivel para recibir mejor el sol que seca los pimientos, los melocotones y los higos. En esta bella localidad se disfruta del aspecto monumental de la iglesia de San Juan Bautista, obra del siglo XVI.

La cercana Cabrero (Ayuntamiento 927 47 81 52), a la que se llega saliendo de Casas del Castañar por la CC-V-105 y recorriendo apenas tres kilómetros, es famosa en la zona por sus buenos aguardientes y licores y por su situación estratégica en el valle, rodeada de castaños y cerezos. Su monumento más significativo es la iglesia parroquial de San Miguel, construida en el siglo XVIII y realizada en mampostería. En su interior podremos admirar, entre otras, la talla policromada de San Miguel. La iglesia parroquial se encuentra en un entorno de calles y casas que forman un bello ejemplo de población serrana, con un laberinto urbano de callejones entrecruzados y en pendiente. Cabrero nació a finales del medievo como núcleo de pastores que aprovecharon las excelentes condiciones del lugar para la explotación de la ganadería. Estuvo supeditado durante siglos y hasta la etapa contemporánea a Piornal, del que se consideró un mero barrio.

Desde Cabrero se baja por la CC-V-105 para llegar a la CC-V-134, que lleva a Barrado  (Ayuntamiento 927 47 80 46), en un recorrido de unos cuatro kilometros. Barrado nació en el medievo como núcleo pastoril y no fue hasta el siglo XVII cuando adquirió el titulo de villa. La actividad pastoril fue evolucionando hacia la producción agraria con explotaciones de castaños, cerezos y demás frutales de la zona. El pueblo tiene un aire muy pintoresco debido a la disposición de sus casas adaptadas a las pendientes de la zona. El edificio más sobresaliente de Barrado es la iglesia parroquial dedicada al santo martir San Sebastian y que luce en la parte más alta del pueblo. Precisamente la fiesta principal, celebrada el 20 de enero, se dedica a este santo y reune unas interesantes peculiaridades. El día 19, alrededor de las cuatro de la madrugada, los vecinos se congregan en la iglesia y salen por las calles del pueblo a cantar las alboradas. Se toca un tamboril y se canta una canción en honor al santo. Cuando finaliza el recorrido, sobre las siete y media de la mañana, el alcalde invita a su casa a todos los asistentes a unos dulces de chocolate. El día 20, después de la misa, el Ayuntamiento invita a comer a todo el pueblo y también a los visitantes.