UN PASEO POR EXTREMADURA
Esta extensa e histórica
comunidad situada "más allá del Duero", reúne una asombrosa
combinación de monumentalidad y naturaleza. Tres líneas de sierras se abren
paso cortando horizontalmente esta región de valles y dehesas. Sus bosques y
parques Extremadura es un paraíso para
los amantes de la naturaleza y quienes quieran explorar nuevos caminos y
descubrir los rincones más recónditos de las sierras y valles septentrionales
de esta región, como el Parque Natural de Monfragüe, que ofrece cobijo LAS HURDES.- Las montañas pizarrosas de las Hurdes, con sus colmenas y cabras monteses, pasaron a la memoria en la impactante película "Tierra sin pan", que rodó en 1932 Luis Buñuel. De aquella imagen cargada de mitos sólo permanecen sus laderas oscuras, los cauces de los ríos y las colinas en terrazas. Desde Pinofranqueado o Vegas de Coria se puede subir hasta los pintorescos pueblos negros de Batequilla, Fragosa o El Gasco, que se asientan sobre un volcán extinto. Más desarbolada, la zona de las Hurdes Bajas, cruzada por el río Hurdano y la carretera C-512, está salpicada de sitios de acampada y restaurantes donde se sirve cocina tradicional. SIERRA DE GATA.- En la
sierra de Gata existen 40 pueblos situados entre HERVÁS.- Situada en lo alto del amplio valle del Ambroz, Hervás es famosa por su antigua judería medieval de casas blanquísimas. Las callejas, salpicadas de tabernas y tiendas de artesanía, bajan hacia el río Ambroz. Junto a la plaza principal se encuentra el museo Pérez Comendador-Leroux, que lleva el nombre del famoso escultor y de su esposa, cuyas obras se exponen aquí. La ciudad siguiente, subiendo en dirección hacia el puerto de Bejar, es Baños de Montemayor; su nombre proviene de los manantiales sulfurosos, y cuenta con unos baños que se remontan a la época romana. Se recuperaron hacia 1900 y todos los veranos se abren al público. En Caparra, al suroeste de Hervás, se alza un arco romano de triunfo sobre la Vía de la Plata. CORIA.- En la antigua
ciudad amurallada de Coria, que se asoma al río Alagón, destaca la catedral gótica
y renacentista, de rica decoración plateresca,
y frente a ella el PLASENCIA.- Las murallas de Plasencia, de tonalidades grises y doradas se alzan a las orillas del río Jerte, amparadas tras una de sus curvas. Esta monumental ciudad cuenta con un famoso mercado, que data del siglo XII y se celebra los martes en la plaza Mayor. Cerca de allí se levantan las dos catedrales, englobadas dentro del mismo conjunto arquitectónico. La catedral nueva, del siglo XVI, posee un órgano barroco, también destaca la sillería del coro, tallada en madera. La catedral vieja, románica. tiene un interesante museo con obras de Ribera y una Biblia de finales del siglo XIV. En el cercano museo Etnográfico y Textil, instalado en un hospital del siglo XIV, se exponen trajes regionales y objetos artesanales de la zona. En el valle del Jerte existen recónditos lugares de gran belleza, como la garganta de los Infiernos, con unas imponentes cascadas. MONASTERIO DE YUSTE.- Carlos V se retiró en 1556 a este monasterio de la orden jerónima en Yuste, en el que murió dos años después. Destaca su sencillez y el sereno emplazamiento, en un bosque desde el que se domina una amplia panorámica del valle de la Vera. Se pueden visitar los claustros góticos y platerescos de la iglesia y el austero palacio. Muy cerca se encuentra Cuacos de Yuste, uno de los pueblos mejor preservados de la hermosísima comarca de la Vera. |