MONASTERIOS DEL CISTER


El acceso más sencillo a Santes Creus, en la provincia de Tarragona, es por la A-2, que va desde Barcelona a Lleida. Desde aquí, la ruta transcurre por carreteras comarcales.

SANTES CREUS.- Hay que abandonar la a-2 Barcelona-Lleida por la salida numero 11. Debe seguirse entonces en dirección a Vila-rodona. La población, que se contempla a la derecha, posee un interesante columbario (monumento funerario para la colocación de urnas cinerarias) de época romana. El acceso esta bien indicado y vale la pena visitar esta construcción del siglo II después de Cristo, con forma de templo. La misma carretera lleva al conjunto de Santes Creus, que asoma imponente entre el paisaje. Conviene dejar el vehículo en el exterior y atravesar a pie el portal de l'Assumpta, tras el que se entra en la gran explanada del monasterio. A la derecha se encuentra el antiguo palacio del Abad, con un pequeño claustro. El acceso al monasterio se realiza por la puerta Real. Es recomendable contemplar el audiovisual "El mundo del Cister", que explica el espíritu de esta orden y su importante papel en la historia de Cataluña. Se visita a continuación el claustro gótico del siglo XIV, con el templete del lavatorio y algunas tumbas de familias nobles en las paredes del recinto. En esta zona se encuentra el locutorio, la sala capitular, con su portada románica y, en el primer piso, el antiguo dormitorio de los monjes. El llamado claustro posterior es de menor tamaño, y fue montado en el siglo XVII con elementos de épocas anteriores. Comunicaba con la bodega, la cocina, la sala del comedor y la entrada al palacio real. Siguiendo la visita se pasa por la iglesia románica de la Santísima Trinidad y desde aquí, a la gran iglesia del monasterio, con los sepulcros de varios reyes de la corona de Aragón.

MONTBLANC.- Desde Santes Creus conviene regresar por la misma carretera hacia Vila-rodona y tomar la C-246 en dirección a Valls. Poco antes de llegar a la capital de l'Alt Camp, la N-240 se dirige a Montblanc. La ruta pasa por el Coll de Lilla, con una espectacular panorámica sobre todo el Camp de Tarragona. En Montblanc se puede dejar el vehículo en el aparcamiento situado frente a la muralla. Desde aquí, por el Carrer Major, se pasa por la iglesia de Sant Miquel, del siglo XIII, con una fachada románica. Enfrente  se halla uno de los palacios típicos de la villa, conocido como del Castlà, perteneciente a los siglos XIV y XV. En la Plaça Major se contempla el Casal dels Desclergue, del siglo XVI y en el cercano edificio de los Casals  dels Josa, de los siglos XIII-XVIII, se encuentra el Museu Comarcal de la Conca de Barberá. Uno de los monumentos más notables de la villa ducal de Montblanc es la iglesia de Santa Maria la Major, del siglo XIV. Desde aquí, es recomendable subir al Tossal de Santa Bárbara, que domina toda la población y donde todavía se contemplan los restos de un poblado ibérico. Finalmente, resulta inexcusable dar un paseo por el recinto fortificado del siglo XIV, que se conserva en un excelente estado. También son notables el Pont Vell, puente medieval de los siglos XIII-XIV, y el Celler o bodega modernista de Cesar Martinell, construida en 1919.

POBLET.-  Desde Montblanc, la N-240 lleva hasta L'Espluga de Francolí, donde es interesante visitar la espectacular Cova de la Fontmajor. Una carretera secundaria, la T-700 conduce en pocos minutos hasta el gran conjunto monástico de Poblet. Poco antes de llegar, en Les Masies de Poblet se encuentran varios hoteles y restaurantes. La construcción de este monasterio se prolongo durante ocho siglos, por lo que se encuentran representados tanto el estilo románico como el gótico y el barroco. El visitante penetra primero por la puerta Dorada, al lado de la que puede verse la pequeña capilla de Sant Jordi, del siglo XV, de un gótico muy depurado. La Plaça Major es una gran explanada desde la que se contempla una visión majestuosa del recinto monacal, las dos torres militares de la puerta Real y la fachada barroca de la iglesia. Las visitas a Poblet son guiadas, y comienzan en las escalinatas del palacio  de Martì l'Humà, desde donde se visita un pequeño museo. A continuación se pasa al claustro mayor, de gran belleza, construido en un estilo de transición entre el románico y el gótico (siglos XIII-XIV). La cocina, el refectorio o comedor de los monjes, la biblioteca y la sala capitular con las tumbas de los abades se abren a este espacio. La iglesia gótica posee un magnifico retablo de alabastro obra de Damià Forment (siglo XVI). Frente a él y en el crucero del templo se levantan las tumbas de varios monarcas del reino de Aragón. Estos sepulcros fueron destruidos y profanados durante los años en que el monasterio estuvo abandonado, por lo que han debido ser restaurados. Finalmente, en el segundo piso se visita el dormitorio de los monjes y el sobreclaustro, para descender finalmente hasta las antiguas bodegas, que indican la importancia que tuvo la fabricación de vinos en esa comunidad. 

VALLBONA DE LES MONGES.- Para realizar parte de la ruta hay que regresar a Montblanc y tomar la C-240 en dirección a Tarrega. La carretera pasa pueblos de gran carácter, como la Guardia dels Prats y Solivella. Al llegar a la Serra del Tallat hay que prestar atención porque el desvío hacia Villbona de les Monges surge bruscamente en mitad de una curva muy cerrada. Se penetra así en tierras de la comarca leridana de l'Urgell. La ruta sigue el trazado de la riera de Maldanell, entre paisajes desiertos y algunos pequeños pueblos, como Rocsllaura. Ya en Vallbona de les Monges hay que atravesar todo el pueblo para tomar a la salida, la desviación hacia el monasterio. Es recomendable comprar aceite virgen de oliva, que en esta zona tiene una calidad excelente. El monasterio fue fundado por la rama femenina del Cister en el siglo XII, y aquí profesaban las hijas de las familias nobles del reino de Aragón. Destaca sobre el conjunto el cimborrio del siglo XIV, que es utilizado como campanario. La visita transcurre por el claustro, con una parte románica y otra gótica. Llaman la atención las numerosas lapidas sepulcrales de abadesas, algunas muy bien conservadas. En la sala capitular se contempla una Virgen gótica de alabastro policromado muy hermosa. La iglesia se construyo en el siglo XII, con un románico de transición al gótico, que muestra la característica austeridad de formas de la orden del Cister. En el templo fue sepultada la reina Violant d'Hongria, segunda mujer de Jaume I, y su hija Sança d'Aragó.