RUTA DEL DUERO (SORIA)


Desde Soria por la N-111, llegaremos a Almazán, ciudad situada a orillas del Duero, que debe su nombre a los árabes. Reconquistada luego por Alfonso VI. Merece la pena recorrer detenidamente sus calles y en especial la plaza Mayor, las tres puertas de las murallas y varias de sus iglesias: la de San Vicente, de mediados del siglo XII, parte románica y detalles góticos, del siglo XIII, la de San Miguel, siglo XII, y la de San Pedro, con retablo barroco. Interesantes las ruinas del convento de la Merced y el palacio de los Hurtado de Mendoza, siglo XVI.

Desde Almazán se domina un espléndido paisaje. Hay restos de muralla árabe recuerdo de cuando antiguamente fue una plaza estratégicamente fortificada. Abandonaremos Almazán y tomando la carretera 116, a mitad de camino hacia el Burgo de Osma, nos desviaremos con destino a Berlanga de Duero, villa en la que se alza su castillo del siglo XV, con dos murallas y la torre del Homenaje. Bajo sus piedras cruzan las aguas del río Escalote. Se recomienda visitar la iglesia-colegiata de Nuestra Señora del Mercado, siglo XVI, estilo gótico-renacentista. El viajero que la visite, ha de contemplar así mismo el rollo gótico, o picota. Se trata de un admirable monumento pétreo del siglo XV.

Continuando viaje por dicha carretera, dentro de esta apasionante ruta del Duero, está la mencionada ciudad de Burgo de Osma, que ostenta ser una de las más antiguas sedes episcopales de España, desde tiempos de los visigodos. Su catedral gótica se alzó sobre los restos de otro templo románico. Se trata de un monumento religioso impresionante: el más notable en su estilo, de toda la provincia, que alberga importantísimas muestras del románico. Tiene esta catedral en su interior una rica imaginería, con el retablo mayor de Juan de Juni. El claustro gótico es de extraordinaria belleza. Y no podemos olvidar el Museo, que tiene notabilísima biblioteca llena de códices miniados.

La ciudad en cuestión es el resultado de la unión de la histórica villa de Osma y un antiguo barrio o burgo medieval. Destaca también el puente romano. Del antiguo castillo se conservan algunas ruinas, como también de sus históricas murallas. Otros edificios recomendados en la visita a la ciudad, son: la Universidad de Santa Catalina, siglo XVI; el palacio Episcopal y la plaza Mayor, donde está enclavado su Ayuntamiento.

Como el recorrido le habrá despertado probablemente el apetito, no deje de probar la suculenta gastronomía de la ciudad. Bien es cierto que en Soria y toda su provincia, ese apartado está perfectamente atendido. Por si es época de matanza, Burgo de Osma, colmará con creces las ganas del más exigente de los gastrónomos.

Muy cerca, dejando ya la ciudad, hacia el oeste, siguiendo la ribera del Duero, está san Esteban de Gormaz, otra antigua villa fortificada, con un castillo árabe, antiguo feudo del Cid Campeador. Allí se encuentra la iglesia de San Miguel, de los primeros templos del arte románico.

Por la carretera 920, se llega a Ucero, al pie de una colina, en cuya cumbre se alzan las ruinas del castillo medieval, de doble muralla, del que se conserva una estancia abovedada y la torre del Homenaje. Este pueblo es puerta hacia el Cañón del río Lobos, lleno de cuevas laberínticas, paraíso de espeologos. Cuenta con la ermita templaría de San Bartolomé, románica tardía o protogótica ( siglo XIII), que pudo pertenecer al monasterio templario de San Juan de Otero. Y un variado muestrario de águilas reales, halcones, milanos, búhos, lechuzas, amén de jabalíes, corzos y zorros, harán las delicias de los amantes de la naturaleza y el reino animal.

Desde aquí, el visitante puede llegarse hasta Calatañazor, donde hace mil años el caudillo musulmán Almanzor fue derrotado (1002). Allí puede admirar el rollo medieval, las ruinas de su castillo, la ermita románica de la Soledad, la iglesia de Nuestra Señora del Castillo de estilo románico y la muralla medieval (siglo XII-XIII).