TURISMO Y AVENTURA EN EL CORAZÓN DE LA DEMANDA


Hoy en día, en una sociedad cada vez más estresada y urbanizada, la idea de las vacaciones y disfrute del tiempo libre va tomando nuevos caminos. El concepto más apropiado para definir las nuevas tendencias puede ser el de " descanso activo ". Ya no nos conformamos con dejar pasar el tiempo libre: queremos ocuparlo en diferentes actividades, bien sean deportivas o de contacto con la naturaleza, en sus múltiples variantes. Y en la Sierra de la Demanda, encontraremos todas las posibilidades. Los deportes de aventura, el excursionismo, el vuelo sin motor, el piragüismo o los paseos en bicicleta de montaña o a caballo, constituyen algunas de las ofertas lúdicas y deportivas que la Sierra de la Demanda brinda a los aficionados al descanso activo. En un plano más especifico, la caza y la pesca son dos actividades estelares en la comarca desde tiempo inmemorial, estando declarada buena parte de su territorio como Reserva Regional de Caza. Los cotos trucheros de sus ríos son codiciados por aficionados al noble arte de la caña, que se desplazan cada año hasta aquí desde cualquier lugar de España para disfrutar la emoción de este bello deporte. Las tierras de la Demanda burgalesa son una verdadera aula natural. En esta comarca existe una gran ventaja: en menos de 50 kilómetros, podemos pasar de la cumbre quebrada a la llanura, del hayedo a la pradera, del pinar a la dehesa, del robledal al sabinar. La variedad es el factor que distingue a esta tierra. La micología, los deportes náuticos o el golf, tienen también un hueco en la Sierra de la Demanda. Cualquiera que sea la época del año elegida, los recursos a su alcance harán que encuentre la opción idónea para sacar el mejor partido a sus aficiones.

Disfrutar de la naturaleza y del deporte al mismo tiempo es lo más normal en la Sierra de la Demanda. Todos los caminos son practicables, todas las rutas libres, todos los parajes accesibles. La Sierra de la Demanda es una gran pista para el descanso activo, con la ventaja de que el grado de dificultad a superar y el esfuerzo a desarrollar lo escoge el deportista. Desde los tendidos valles del entorno del Arlanza a las escarpadas pendientes del corazón de la Sierra; desde los bosques cerrados y misteriosos a los espacios más despejados; desde el paseo sosegado a la escalada, todo es posible en la Sierra de la Demanda. Adentrarse en esta tierra es conocer una de las comarcas más bellas y autenticas de nuestro país. Una experiencia que estarás deseando repetir.

VÍA VERDE DEL FERROCARRIL MINERO

El antiguo ferrocarril minero que unía Villafría con Monterrubio de la Demanda atraviesa el tercio sudeste de la provincia de Burgos, cruzando por medio de la Sierra de la Demanda, penetrando en ella a través del valle del río Arlanzón hasta el puerto del Manquillo y posteriormente en la misma sierra hasta Monterrubio de la Demanda, habiendo cambiado en dicho puerto a la cuenca del río Pedroso, afluente del Arlanza.

Nos encontramos muy cerca del pico más alto de la provincia ( el de San Millán, con 2.132 metros), en un entorno con un relieve muy escarpado que añade un atractivo más a la zona, a lo que hay que unir unos importantes recursos hidráulicos ( embalses de Uzquiza y Arlanzón ), así como paisajísticos y de fauna y flora. El acceso más directo a la Vía se realiza desde Burgos por la carretera de Logroño, N-120, hasta la localidad de Ibeas de Juarros, desde donde la provincial BU-P-8101 y su continuación, la BU-P-8201, acompañan al ferrocarril prácticamente en todo su trazado, siendo esta carretera la de comunicación entre los municipios que la traza atraviesa. Otro acceso posible y de mayor atractivo turístico, se realiza tomando la carretera N-234 de Soria en el kilómetro 230 de la carretera N-I, que conduce a Salas de los Infantes, de donde sale la comarcal BU-C-113 con dirección a Barbadillo de Herreros.

El trayecto discurre, en su mayor parte, a media ladera, faldeando las impresionantes estribaciones de la Sierra de la Demanda burgalesa. El visitante puede disfrutar de las vistas de los dos picos más altos de la provincia, el Trigaza ( 2033 m.) y el San Millán ( 2132 m.), con nieves casi constantes de noviembre a mayo. Es, sin duda, un paisaje nada concordante con la árida Castilla cantada por Machado. Las abundantes corrientes de agua helada así lo ratifican. La Vía Verde del ferrocarril minero, en los tramos ya adecuados, es perfecta para los amantes de la bicicleta y también para los que prefieren recorrer a pie este espacio natural excepcional.