UN PASEO POR TOLEDO


A Toledo se accede fácilmente desde Madrid en tren, autobús o en coche; una vez allí, lo mejor es recorrer la ciudad a pie. Para visitar los principales monumentos hay que dedicar al menos dos días, pero se puede recorrer el barrio judío y el medieval en una mañana. Para evitar encontrar mucha gente es mejor ir a mediados de semana y hacer noche, pues merece la pena dar un paseo nocturno y disfrutar del incomparable ambiente de sus calles.

ALCÁZAR.-  Sobre el lugar ocupado anteriormente por baluartes romanos, visigodos y árabes se levanta el palacio fortificado que mandó reconstruir Carlos V en 1535, y que sufrió los efectos del fuego en tres ocasiones antes de que fuese prácticamente destruido en 1936, tras el asedio de 70 días por parte del ejercito republicano. Durante la dictadura del general Franco se convirtió en símbolo del heroísmo militar. En su restauración se siguieron los planos originales debidos a diversos arquitectos, como Covarrubias, autor de la portada plateresca; Juan de Herrera, que incorporó la monumental escalera, y Ventura Rodríguez. Actualmente se ha instalado allí un museo militar.

MUSEO DE SANTA CRUZ.-  Este museo ocupa el edificio del hospital fundado por el cardenal Mendoza en el siglo XVI. La construcción, con planta de cruz griega, tiene interesantes rasgos renacentistas; destacan por su singularidad, la puerta principal, la escalera y el claustro. Los tapices, así como la pintura y escultura medieval y renacentista de la colección son especialmente interesantes. También se exponen obras de El Greco, entre las que se encuentra la última de sus pinturas: el retablo de la Asunción (1613). También están representadas las artes industriales, entre las que sobresalen las armaduras y las espadas damasquinadas, manufacturas genuinamente toledanas. El damasquinado, que aun sigue elaborando en la ciudad, consiste en incrustar oro u otro metal fino en hierro o acero, siguiendo diseños tradicionales.

IGLESIA DE SANTO TOMÉ.-  Se cree que la iglesia data del siglo XII y su torre es uno de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar de la ciudad, aunque los visitantes van a Santo Tomé para contemplar la obra maestra de El Greco: El entierro del conde de Orgaz. El conde fue un importante mecenas que, en el siglo XIV, financió gran parte del actual edificio. El cuadro, que tiene magníficos contrastes de luces y sombras, fue realizado por encargo de uno de los párrocos y representa la aparición milagrosa de San Agustín y San Esteban en su entierro. En primer plano están los retratos del propio pintor y su hijo. Nunca se ha movido del emplazamiento para el que fue pintado; tampoco ha sido restaurado. Cerca de allí se encuentra la pastelería de Santo Tomé que cuenta entre sus exquisitos dulces con un magnífico mazapán, repostería de origen árabe típicamente toledana.

SINAGOGA DE SANTA MARIA LA BLANCA.-  Esta sinagoga, la más grande y antigua de las ocho originales de la ciudad, data del siglo XII y en 1405 fue consagrada como iglesia por la orden militar de Calatrava. Se ha restaurado para devolverle su belleza original; los capiteles de piedra finamente tallada y los lienzos de la pared destacan entre los arcos blancos de herradura y las yeserias. En la capilla mayor destaca el retablo plateresco. En 1391 se perpetró en este lugar una masacre de judíos que puso fin a los largos años de convivencia de las tres religiones en esta tolerante ciudad.

SINAGOGA DEL TRANSITO.-  La decoración interior mudéjar más exquisita de la ciudad se esconde tras los muros de la sobria fachada de esta antigua sinagoga, construida en 1366 por Samuel Ha-Leví, el tesorero judío de Pedro el Cruel. Tras la expulsión de los judíos fue encomienda de la Orden de Calatrava bajo la advocación de Nuestra Señora del Transito. La delicadísima decoración de la sala de oración, con motivos geométricos hebreos, islámicos y góticos, se remata en un artesonado de rica belleza. Junto a la sinagoga se encuentra un museo muy interesante dedicado a la cultura sefardí. Se exponen manuscritos, lapidas, trajes de boda y objetos sagrados de culto de todas las épocas.

MONASTERIO DE SAN JUAN DE LOS REYES.-  Se realizó por encargo de los Reyes Católicos en conmemoración de la victoria sobre los portugueses en la batalla de Toro en 1476. Presenta una interesante mezcla de estilos e inicialmente se concibió para albergar el sepulcro de los reyes Isabel y Fernando, aunque finalmente fueron enterrados en Granada. En su mayor parte fue realizada por Juan Guas y la estructura isabelina se concluyó en 1492. Aunque sufrió muchos daños durante la guerra de la Independencia, se le ha devuelto su esplendor original. Conserva el magnifico claustro gótico (1510), único en la ciudad, cubierto con un artesonado mudéjar policromado. Cerca de la iglesia se mantiene un lienzo del muro original de la judería.

CASA MUSEO DEL GRECO.-  No se ha confirmado que El Greco viviera realmente en este edificio; pudo haber residido en cualquier otro cercano, en el corazón de la judería. Aquí se expone una considerable colección de sus obras; entre ellas, su Vista de Toledo, en la que se describe la ciudad en su época, así como la magnifica serie del Apostolado o el lienzo Las lagrimas de San Pedro. En la planta baja se encuentra una pequeña capilla con un artesonado muy interesante y una importante colección de obras de autores de la escuela toledana, como Luis Tristan, que fue discípulo de El Greco.

IGLESIA DE SANTIAGO DEL ARRABAL.-  Éste es uno de los mejores exponentes del mudéjar toledano. Se identifica fácilmente por su torre, un antiguo minarete, que data del siglo XII, en época de la Reconquista. La construcción de la iglesia fue algo posterior y tiene un artesonado muy singular. La decoración del pulpito y el retablo renacentista destacan en el sobrio interior mudéjar.

PUERTA ANTIGUA DE BISAGRA.-  Es la más importante de las nueve entradas de la muralla que conserva la ciudad. Edificada en 1550 para recibir a Carlos V a su llegada a Toledo, esta construcción renacentista con aire militar está coronada en su lado exterior por el escudo imperial con las águilas entre dos torreones redondos.

LA CATEDRAL.-  El esplendor de la magnifica catedral de Toledo refleja la importancia histórica y el peso religioso de la ciudad durante siglos. En la actualidad aquí se celebran aún, con permiso papal, misas siguiendo el rito mozárabe, que se remonta a la época visigoda. La catedral se levanta sobre el solar que ocupo una iglesia del siglo VII y posteriormente una mezquita. Las obras comenzaron en 1226 y se prolongaron hasta 1493. Este largo periodo de construcción explica la mezcla de estilos de la catedral: un exterior gótico francés puro, que se completa con arbotantes, t un interior que conjuga diferentes elementos decorativos, mudéjares y platerescos, entre otros. En el campanario de la torre se conserva una campana muy pesada que se conoce con el nombre de La Gorda. En el Tesoro se guarda la custodia de plata del siglo XVI, de más de 3 metros de altura. El día del Corpus Christi se saca en procesión por las calles de Toledo. En la capilla de San Ildefonso se encuentra el magnifico sepulcro plateresco del obispo alonso Carrillo de Albornoz. El retablo policromado del altar mayor, con escenas de la vida de Cristo, es uno de los más bellos de España.