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Nuestro próximo destino es la Estrella, población que conserva la
típica arquitectura popular de la zona a base de piedra de pizarra blanqueada.
Destaca su iglesia parroquial del siglo XVI de transición del gótico al
renacimiento, con artesonado; tiene dos portadas platerescas y la Casa señorial
de los caballeros calatravos. Por un camino que sale hacia el sur nos acercamos
a la finca de la Aldehuela para visitar el dolmen que lleva su nombre y que es
muy parecido al que vimos en Azután, aunque este tiene grabados esquemáticos
de hombres en algunas de sus piezas. Salimos a la carretera junto a Aldeanueva
de San Bartolomé, situada entre el Cerro de Castejón, las Cumbres y el risco
del Cuervo. Su conjunto urbano es un destacado exponente de la arquitectura
popular rural de la comarca de la Jara. Su iglesia parroquial es del siglo XVI,
transición del gótico al renacimiento, en la que destaca su artesonado. En su
termino se encuentran los restos de un dolmen. En el Cerro Castrejón, podemos
contemplar los restos de un poblado amurallado de la Edad del Bronce, con restos
de muros de viviendas, parte de la muralla y algún grabado rupestre en la
piedra, con figuras esquemáticas. En esta población, como en todas las de la
Jara y la Campana de Oropesa, las mujeres dedican parte de su jornada a la
realización de bordados. Aquí además persiste la fabricación de las famosas
gorras, sombreros realizados con paja de centeno.
Un poco más adelante se
encuentra Mohedas de la Jara. Nada más entrar al pueblo debemos detenernos en
su ermita, para ver las aras romanas que están situadas en su puerta. Ya en el
interior del pueblo es de destacar la casa del obispo de Coria, don Juan Alvarez
de Castro, asesinado por los franceses; bonita portada con inscripción y en el
patio un capitel visigodo. La iglesia parroquial merece una visita; se accede a
ella por una puerta situada en la base de la torre, conservando en el interior
algunos paneles cerámicos de Talavera. Tiene este templo otra entrada en la
parte sur. Si es aficionado a los fósiles de aquí al puerto de San Vicente
podrá encontrar interesantes ejemplares. En el puerto tienen un museo de fósiles.
Toda la sierra es un gran espectáculo de castaños, encinas, alcornoques,
pinos, rebollos...desde lo más alto, las vistas sobre la Jara y los valles de
los Guadarranques es impresionante. Esta es una de las zonas más desconocidas
de la provincia de Toledo, es refugio de gran cantidad de venados, jabalies,
corzos, por lo que se dan gran cantidad de monterías. Es fácil además
observar rapaces en pleno vuelo. Muy cerca de Mohedas y en dirección al puerto
pasa la cañada leonesa, un buen itinerario para los amantes del senderismo que
quieran ascender hasta el puerto de San Vicente. Desde el puerto nos dirigimos a
El Campillo de la Jara, cuya fundación data del 1050, aunque se desconoce
quienes fueron sus primeros pobladores. Su conjunto urbano conserva la
tradicional arquitectura popular de la Jara, con sillares de pizarra encalados,
resaltando la redondez de la fabrica en los esquinazos. Continuamos ahora a La
Nava de Ricomadillo, en cuyos alrededores se encuentra la sierra Jaeña, donde
se asienta una antigua mina de oro, guardando relación la explotación de ésta
con la ciudad hispanomusulmana de Vascos. En el siglo XVIII era la veta aurífera
más rica de la península ibérica. En el siglo XIX se abandonó
definitivamente por falta de rentabilidad. Quedan los restos de todas las
instalaciones. Desde el balcón de la mina tenemos una magnifica vista de la
Jara sur con la sierra de Guadalupe. En el camino de La Parrilla, a un kilómetro
del pueblo, nos acercamos hasta una de las grandes lanchas de pizarra vertical
en las que se encuentran grabados rupestres esquemáticos de la Edad del Bronce.
En los restaurantes de las Navas podemos degustar una rica gastronomía
relacionada con la caza.
Comenzamos a descender de la
sierra para acercarnos hasta Belvis de la Jara, importante enclave arqueológico
que va desde la cultura del vaso campaniforme en las bolillejas hasta el viejo
castillo romano-visigodo de Canturias y los innumerables hallazgos de época
romana. Sus primeros edificios datan del siglo XIV. Su iglesia parroquial mudéjar
se encuentra muy restaurada y conserva un artesonado de laceria. Es de resaltar
urbanisticamente el trazado de la plaza y de la calle Real, con viviendas del
siglo XIX. Camino de regreso hacia Puente del Arzobispo, pasaremos por
Aldeanueva de Barbarroya, donde podemos ver su iglesia parroquial, gótica tardía.
Azután, la villa más antigua de la comarca de la Jara, su fundación como villa
viene dada por un privilegio de Alfonso X. Sobre el arroyo de la Anguilucha se
conserva un puente de construcción medieval. Pasado Puente del Arzobispo,
tomaremos la carretera que se dirige a Talavera para, en la cercana Alcolea del
Tajo, dirigirnos al antiguo palacio y asilo del Bercial, propiedad del patronato
del Hospital de San Rafael de Madrid. En el patio de entrada se encuentra una
lapida romana con una inscripción, empotrada en el muro. Al lado del palacio
hay un curioso verraco doble con dos esculturas adosadas junto a otro muy
deteriorado. En la zona de la vega, se ha localizado una importante necrópolis romana. En el pueblo podremos ver su
típica construcción de adobe y su curiosa
iglesia parroquial. En la vecina Calera y Chozas, población que debió su
fundación a la explotación de unas minas de cal, son reseñables su iglesia
parroquial, la Casa de las Tórtolas, una fabrica de harinas de estilo clasicista
y su estación de ferrocarril. Este será el punto de partida para todos
aquellos que quieran realizar la denominada "vía verde de la Jara". Es
el antiguo trazado de la vía que enlazaba Talavera con Villanueva de la Serena.
Estaba todo previsto pero nunca funciono y hoy vemos un gran numero de
estaciones que nunca vieron pasar un tren. El recorrido se ha acondicionado como
vía verde entre Calera y Chozas y Puerto de San Vicente. Su longitud es de 52 kilómetros,
el firme es de tierra, cuenta con cinco viaductos y se atraviesan 17 túneles.
Recorrido por el valle del Tajo, embalse de Azután, Dehesas del Arco, Valles
del Huso y San Martín, sierra de Altamira, Jarales y Paisajes de bolo graníticos.
Los usuarios de esta ruta son los amantes del senderismo, los cicloturistas y
está también indicada para realizarse a caballo.
Y regresamos a Talavera de la
Reina, desde donde podremos emprender nuevas rutas que nos adentren en el
conocimiento de Castilla-La Mancha.
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