SIERRA MINISTRA - RÍO DULCE  2


Es una de las cuatro villas señoriales de la provincia de Guadalajara, las otras son Molina de Aragón, Pastrana y Atienza, y todo su casco viejo, en Sigüenza todo es viejo, es una joya medieval. La catedral, obligada visita resultan la capilla del Doncel y la sacristía, el castillo-parador, la Plaza Mayor, semiporticada, la plaza de la Cárcel, el Palacio Episcopal y la antigua universidad, son sus principales tesoros, pero en la villa castellana se pueden contar hasta 18 monumentos de interés según los folletos turísticos que reparte la Junta. Toda la mañana y buena parte de la tarde lleva conocerlos. Tras abandonar la ciudad del Doncel la ruta continua por la carretera local que pasa por las localidades de Alcuneza y Horna. A las afueras de este último pueblo, pasado el viejo puente del ferrocarril, se encuentra la Fuente del Jardín, nacimiento del río Henares, manantial que brota entre viejas piedras del Jurasico inferior ( 140 millones de años). Un poco más adelante, casi en la divisoria administrativa de las provincias de Guadalajara y Soria y de ambas Castillas, aparece a la derecha un camino que conduce al pueblo de Bujarrábal y que habrá que tomarlo. Dos kilómetros más adelante otra pista que sale a nuestra izquierda nos coloca casi a los pies del pico de Sierra Ministra. En coche avanzaremos otros dos mil metros y el resto lo completaremos andando. Desde lo alto, la parte más elevada de todo el viaje, se observa una superficie desforestada, erosionada y sobre todo triste, como diría don Miguel, pero de una belleza sobria e inconfundible. Habrá que bajar hasta Bujarrábal para seguir nuestro camino, siempre paralelo al curso alto del río Dulce, hasta Estriégana, aquí se toma la C-114 hasta Alcolea del Pinar, final de la primera parte de la ruta. En esta localidad se encuentra la Casa de Piedra, una vivienda que sorprende y asusta al verla. Se trata de una enorme piedra ródena, formada por arcilla y arenisca, tan abundante en la zona, labrada por dentro a golpe de pico, barra de hierro y mucho esfuerzo por un vecino del pueblo soriano de Torralba, Lino Bueno Utrilla.

Su historia se la pueden contar sus herederos que enseñan gratuitamente la casa, aunque es conveniente depositar una modesta propina. Tardó 20 años en vaciarla, cuenta con tres plantas ( dormitorio, cocina y cuadras) y ha sido visitada por  SS.MM. los Reyes. antes lo hicieron los abuelos de don Juan Carlos, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, quienes concedieron a Lino, además del certificado de propiedad de la casa, pertenecía al pueblo, la medalla de bronce y el titulo al merito al trabajo, y José Antonio Primo de Rivera. La casa se encuentra al lado de la N-II, fácil salida pues para continuar el viaje hasta el kilómetro 120, cruce de caminos hacia La Torresaviñán y Sigüenza. Nuestro objetivo es ahora recorrer el curso medio del río Dulce. Llegados al desvío, abandonamos la carretera de Barcelona y tomamos la dirección Sigüenza. Durante 3 kilómetros el paisaje áspero, seco y hasta inhóspito, la típica paramera castellana arrasada por el viento. Pero una vez que la carretera comienza a descender entramos en una especie de oasis inesperado, en el cañón del río Dulce. A un kilómetro escaso del puente se encuentra el mirador de Pelegrina o de Félix Rodríguez de la Fuente, bello balcón levantado en el sitio más espectacular de toda la ruta. Difícil será ponerlo en duda. Si la visita se realiza en época de lluvias o nieves, muy abundantes por Alcolea, se podrá observar la cascada del barranco del Gollorio, casi enfrente, hacia el sur.

Abajo discurre una senda que se encuentra parcialmente tapada por el bosque de fondo del valle, formado por chopos negros, sauces, cerezos y nogales. El caminito para visitar el curso del río parte de Pelegrina, el siguiente pueblo tras el desvío, e incluso se prolonga hasta la Cabrera. Las fotos le saldrán mejor si aprovecha los primeros o últimos rayos de sol. Un poco más allá aparece el cruce de Pelegrina y el hermoso valle que en primavera es todo un espectáculo de colorido y verdor. Habrá que subir a lo que queda del castillo, propiedad en su día de los diáconos de Sigüenza y arrasado durante la invasión francesa, para ver el último meandro que dibuja el río antes de abrirse al valle. Si se dispone de ganas, bocadillo y agua, no dude en bajar hasta la senda, los del pueblo le dirán por donde es, y adentrarse entre paredes rocosas del río Dulce. Apacible y tranquilo camino lleno de silencio, frescura, hay un microclima en el lugar, agua y algún que otro grito de las rapaces que sobrevuelan la zona: buitre leonado, halcón común, águila perdicera y alimoche. Cualquier lugar es bueno para descansar, pero quizá el mejor es el situado junto a la cascada de Gollorio. Las últimas paradas de la ruta se sitúan en La Cabrera y Aragosa.

Para llegar a ellas habrá que abandonar Pelegrina y volver de nuevo a la carretera hasta Sigüenza, no se pierda una bonita imagen de la villa medieval que aparece a la derecha de la carretera, al fondo, y tomar la comarcal 204 hacia ambos pueblos. El primero recibe el nombre en recuerdo de la antigua cañada ganadera que pasa todavía por aquí. El río aún dibuja bonitos paisajes como el meandro abandonado que hay antes de entrar en el pueblo, aprovechado ahora para las cosechas, y las enormes paredes rocosas que aparecen en Aragosa, la última parada. El final de la ruta lo puede poner un tranquilo paseo junto al lecho fluvial, al otro lado del pueblo. La vuelta a casa se puede realizar continuando por la C-204 hasta la N-II. Los que tengan que bajar hasta Guadalajara, Madrid, Toledo y zona centro en general disponen en la localidad alcarreña de Trijueque, a 26 kilómetros del cruce, de un bello mirador desde el que se contemplan las tierras de Hita. Los atardeceres desde el lugar son todo un homenaje a la naturaleza. Si aún le queda alguna foto en el carrete no desaproveche la ocasión. Es única.

AUTOR: JAVIER LERALTA