SIERRA MINISTRA - RÍO DULCE 2
Es una de las cuatro villas
señoriales de la provincia de Guadalajara, las otras son Molina de
Aragón, Pastrana y Atienza, y todo su casco viejo, en Sigüenza todo es
viejo, es una joya Su historia se la pueden contar sus herederos que enseñan gratuitamente la casa, aunque es conveniente depositar una modesta propina. Tardó 20 años en vaciarla, cuenta con tres plantas ( dormitorio, cocina y cuadras) y ha sido visitada por SS.MM. los Reyes. antes lo hicieron los abuelos de don Juan Carlos, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, quienes concedieron a Lino, además del certificado de propiedad de la casa, pertenecía al pueblo, la medalla de bronce y el titulo al merito al trabajo, y José Antonio Primo de Rivera. La casa se encuentra al lado de la N-II, fácil salida pues para continuar el viaje hasta el kilómetro 120, cruce de caminos hacia La Torresaviñán y Sigüenza. Nuestro objetivo es ahora recorrer el curso medio del río Dulce. Llegados al desvío, abandonamos la carretera de Barcelona y tomamos la dirección Sigüenza. Durante 3 kilómetros el paisaje áspero, seco y hasta inhóspito, la típica paramera castellana arrasada por el viento. Pero una vez que la carretera comienza a descender entramos en una especie de oasis inesperado, en el cañón del río Dulce. A un kilómetro escaso del puente se encuentra el mirador de Pelegrina o de Félix Rodríguez de la Fuente, bello balcón levantado en el sitio más espectacular de toda la ruta. Difícil será ponerlo en duda. Si la visita se realiza en época de lluvias o nieves, muy abundantes por Alcolea, se podrá observar la cascada del barranco del Gollorio, casi enfrente, hacia el sur. Abajo discurre una senda que se encuentra
parcialmente tapada por el bosque de fondo del valle, formado por chopos
negros, sauces, cerezos y nogales. El caminito para visitar el curso del
río parte de Para llegar a ellas habrá que abandonar Pelegrina y volver de nuevo a la carretera hasta Sigüenza, no se pierda una bonita imagen de la villa medieval que aparece a la derecha de la carretera, al fondo, y tomar la comarcal 204 hacia ambos pueblos. El primero recibe el nombre en recuerdo de la antigua cañada ganadera que pasa todavía por aquí. El río aún dibuja bonitos paisajes como el meandro abandonado que hay antes de entrar en el pueblo, aprovechado ahora para las cosechas, y las enormes paredes rocosas que aparecen en Aragosa, la última parada. El final de la ruta lo puede poner un tranquilo paseo junto al lecho fluvial, al otro lado del pueblo. La vuelta a casa se puede realizar continuando por la C-204 hasta la N-II. Los que tengan que bajar hasta Guadalajara, Madrid, Toledo y zona centro en general disponen en la localidad alcarreña de Trijueque, a 26 kilómetros del cruce, de un bello mirador desde el que se contemplan las tierras de Hita. Los atardeceres desde el lugar son todo un homenaje a la naturaleza. Si aún le queda alguna foto en el carrete no desaproveche la ocasión. Es única. AUTOR: JAVIER LERALTA |