RUTA POR LA JARA TOLEDANA 2
Repuestos los ánimos y las
fuerzas con un plato de cabrito, cochinillo o mollejas, acompañados de
un buen vino de pitarra, viandas típicas de La Nava, rematamos nuestro
recorrido por la comarca tomando la carretera CM-4171 hacia Buenasbodas
para desviarnos a las 7 kilómetros El arroyo del Endrino nos recibe en Robledo
rodeado de álamos y pizarras, formación geológica muy característica
de la comarca. Estas pizarras emergen en algunos puntos de forma brusca
y punzante, son las formaciones conocidas como " dientes de
perro". Desde el pueblo cualquier lugareño nos podrá indicar el
camino para visitar la cascada conocida como " Cola de
Caballo" sobre el río Gébalo. En dirección a las Hunfrías
aparecen viñedos rodeados de las típicas paredes Más adelante nos desviamos en el cruce
hacia la izquierda para llegar hasta Robledillo. Quizá se trate del
itinerario donde la vegetación mediterránea nos muestre su cara más
exuberante de todo el recorrido. La carretera es sinuosa y estrecha, por
lo que debemos circular con precaución. A medida que nos acercamos al
pueblo, dejamos a nuestra izquierda las fuertes pendientes del monte
cuyo punto culminante, El Frontón, se sitúa a 1.167 metros. Las jaras
amenazan la carretera en algunos tramos como queriendo apoderarse de
ella, y las encinas y los alcornoques creciendo de forma apretada son
los señores del entorno. Los forasteros castaños con sus flores
amarillas ponen una nota de color en el mar verde inacabable. En la
población de Robledillo los huertos familiares, alguna chumbera y los
frutales dispersos se apoderan del entorno de este encantador Retomando nuevamente la carretera, volvemos al cruce para dirigirnos hacia Navaltoril, localidad situada a 3,5 kilómetros del cruce. Antes de llegar y a la derecha de la carretera, podemos admirar un puentecillo de bella factura sobre el Gébalo, extraordinariamente integrado en el entorno. Ya en dirección a Piedraescrita, punto final de nuestro recorrido, comprobamos como la carretera se ensancha, lo que hace más cómodo este último recorrido, internándonos en un pinar repoblado de pino resinero, usurpando el suelo a encinas, robles y castaños. Ya en esta localidad llegamos hasta el final de la carretera y nos dirigimos por una calle cementada hacia el albergue de la Diputación Provincial. En ésta zona podemos dejar el automóvil para rematar nuestra ruta por La Jara con un bello itinerario de senderismo y pretechándonos con algo de alimento y agua por una pista forestal que escasamente en un kilómetro nos sitúa en el encajado cauce del arroyo del Linchero. Se trata de un recorrido muy atractivo donde disfrutamos de un paisaje singular que merece la pena realizar. En este punto, la senda aparece y desaparece en algunos tramos, pero la referencia es el curso del arroyo. Una vegetación rica y variada con robles, arces, rosales silvestres, fresnos, quejigos, encinas, etc... hará que el recorrido sea extremadamente agradable. A medida que nos internamos arroyo arriba, el cauce se encaja en un valle que el agua y los siglos han sabido labrar de forma espectacular. De regreso, paseando por las calles de esta hermosa y sencilla población íntimamente ligada al agreste paisaje de su entorno podemos concluir nuestro recorrido por el corazón de la comarca de La Jara. |