GUADALAJARA


Provincia de España perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, que limita al norte con las provincias de Segovia, Soria y Zaragoza, al este con Teruel, al oeste con Madrid y al sur con la de Cuenca. Su suelo es accidentado por la parte septentrional y oriental se encuentra como encerrado por una serie de montañas, que en el arranque de la Carpetovetónica, y aun más allá, redobla para formar el arco constituido por las sierras de Molina, Menera, Orihuela y Albarracin, Las mayores alturas de este territorio son el pico de Ocejón (2063), la sierra del Alto Rey, las Tetas de Viana, el Alto de Paredes, el Torreplazo, la meseta de Campisabalos y el cerro del Tejar. El sistema fluvial de esta provincia esta formado por el Tajo que nace en la Muela de San Juan (1610 m.), penetra en la provincia y describe un arco convexo hacia el norte. Por la derecha recibe al rio Gallo, que recorre la paramera de Molina, y por la izquierda al Guadiela, procedente de la serranía de Cuenca. El norte de la provincia esta regado por el Tajuña y el Henares, que vierten sus aguas al Tajo más allá de su limite con la provincia de Madrid. El clima es frío, generalmente del tipo correspondiente a las zonas montañosas de la meseta. Comprende las siguientes comarcas naturales; la Sierra que es el NO: fragoso de la provincia, con las sierras de Pela, Ayllón y La Cebollera, y riachuelos de carácter torrencial; país de bosques, pocas tierras de cultivo y alguna ganadería, principalmente lanar; el antiguo señorío de Molina, hacia el SE:, elevada meseta que se apoya en los nudos de Albarracin y Cuenca, de clima riguroso, con nevadas abundantes y bajas temperaturas, bastante arbolado, que forma una extensa meseta surcada por barrancos que abren cortaduras y valles modificativos de la primitiva estructura del terreno y cuyas partes más elevadas constituyen el páramo o Alcarria. La producción agrícola es variada y consiste en cereales, vino, aceite, legumbres, garbanzos, lentejas, lino y frutas. En la Sierra y en la paramera de Molina abundan los pinares, los robledos y los bosques de hayas. En la Alcarria la vegetación característica es el matorral. Aparte de las industrias tradicionales, entre las que conviene citar en primer lugar la montada en torno a la miel de la Alcarria y que dispone, como base, de más de 20.000 colmenas, la provincia, en concreto en torno a su capital, se ha visto modernizada en este aspecto por la creación de varios polígonos industriales de descongestión de Madrid, dada su cercanía. Se divide la provincia en tres partidos judiciales: Guadalajara, Molina de Aragón y Siguenza. Es capital de la provincia la ciudad del mismo nombre. Otras poblaciones importantes son: Siguenza, Azuqueca de Henares, Brihuega, Molina, Mondejar, Yunquera de Henares y Sacedón.

HISTORIA.- La ciudad de Guadalajara, que da nombre a esta provincia, es de origen ibérico. Los romanos la llamaron Arriaca, voz celtiberica que significa lugar de piedra y los árabes Wad-al-Hachara (río de piedras), del que se deriva el nombre actual. En la campaña de los musulmanes, que comenzó en 712, perteneció el territorio al reino de Toledo. Fue incorporado al reino de Castilla, por Alfonso VI, poco antes de la conquista de Toledo. En 1196 asolaron la capital los almohades y en ella reunió Cortes (1337) el rey Alfonso XI. De tiempos de la reconquista datan muchos de los106 castillos de la provincia, de los que solo una tercera parte sobrevive, más o menos ruinosamente, solo unos pocos han sido restaurados (Atienza, Jadraque, Torija, Siguenza, Palazuelos, Zorita de los Canes, etc). El señorío de Guadalajara perteneció a la familia de los duques del Infantado, mientras en el este de la provincia estaba el señorío de Molina. En la guerra de Sucesión las fuerzas de Felipe V ganaron al archiduque de Austria la batalla de Brihuega y durante las guerras napoleónicas la provincia estuvo a las ordenes de El Empecinado.

Guadalajara, capital, es una población antigua, reconquistada por Alvar Fañez de Minaya, primo del Cid, poco antes de la toma de Toledo. No tiene el carácter de otras viejas ciudades castellanas, aunque cuente con edificio de tanto merito como el palacio de los duques del Infantado (obra de Juan de Guas, siglo XV), uno de los ejemplares más curiosos de la arquitectura civil española, que sufrió grandes desperfectos durante la guerra civil y cuya completa restauración se inicio en 1966. Famoso es su puente sobre el río Henares, de construcción árabe, fechable a fines del siglo X y del cual restan todavía uno de los arcos laterales y el arranque del arco mayor. Como restos de las antiguas murallas de la ciudad, también de apoca árabe, se encuentran algunos torreones, como el de el Álamo, el de Alvar Fañez y algún otro. Entre los edificios religiosos destacan las iglesias de Santa Maria de la Fuente, que ostenta la dignidad de concatedral, de estilo mudéjar y que data del siglo XIII, la de San Gines, cuya construcción comenzó en 1557, de estilo renacentista; la de Santiago, en cuya restauración se ha confirmado el descubrimiento, intuido por Layna Serrano, de que su antigüedad databa de fines del siglo XIII y que fue templo del convento de Santa Clara, etc.