CIUDAD REAL


Esta situada al S.O. de Castilla-La Mancha y limita al sur con Andalucía. Tiene unos 19.748 kilómetros cuadrados de superficie y es la tercera provincia española por su extensión. Enclavada en la submeseta inferior, esta integrada por tierras llanas de la Mancha, con ligeras ondulaciones del terreno, situada entre los Montes de Toledo y Sierra Morena. Toda la provincia pertenece a la cuenca del Guadiana. La mayor parte de sus ríos discurren mansamente, siguiendo un curso indeciso y sinuoso, propio de los suelos sin relieve y con escaso declive. El Guadiana nace en las lagunas de Ruidera, y sus aguas, después de infiltrarse en el terreno, aparecen de nuevo en Ojos de Guadiana, que algunos geógrafos tiene por las verdaderas fuentes del río. El Zancara y el Ciguela, procedentes de la provincia de Cuenca, se vierten en aquel por su margen derecha. El clima es extremado y propio de meseta tan elevada, la capital es Ciudad Real, abierta a todos los vientos, por falta de protección montañosa. Los inviernos son largos y fríos y los veranos ardorosos. Se distinguen dos comarcas bien diferenciadas: la Mancha baja y el Campo de Calatrava. Sus productos más importantes en agricultura son: vino, cereales, aceite, legumbres, patatas, remolacha, azafrán, lino, cáñamo y esparto; en el Campo de Calatrava abundan las huertas con frutales y los encinares y robledas. El ganado predominante es el lanar y le sigue el caprino. La riqueza del subsuelo proporciona las minas de mercurio de Almadén, de fama mundial y los carbones de Puertollano. La autentica fuente de riqueza es la agricultura, con sus industrias derivadas. Gran productora de uva, la elaboración de vinos y su destilación dan carácter a la economía de la región y alimentan un activo comercio. Son celebres las blondas y encajes de Almagro, cuya fabricación se estableció a fines del siglo XVIII. Se divide en diez partidos judiciales: Alcazar de San Juan, Almadén, Almagro, Almodóvar del Campo, Ciudad Real, Daimiel, Manzanares, Piedrabuena, Valdepeñas y Villanueva de los Infantes y comprende 98 municipios. El territorio de esta provincia perteneció sucesivamente al reino de los visigodos, al califato de Córdoba y al reino de taifa de los Beni-Dhinoum, de Toledo. Conquistada Toledo en 1085 por Alfonso VI, siguió la suerte de otras poblaciones y territorios, que comenzaron a designarse con el nombre de Castilla la Nueva. A raíz de la reconquista de la cuenca del Guadiana, la provincia es repartida entre las poderosas Ordenes militares de Calatrava y Santiago. La primera tuvo origen manchego; fue instituida, en 1158, para la defensa de la fortaleza de Calatrava contra los almohades. Fernando III creó en ella la Santa Hermandad y Alfonso X el Sabio fundo Ciudad Real, en el lugar que ocupaba una aldea de la villa de Alarcos, a poca distancia del Guadiana, la cual creció tan rápidamente que suplanto a Almagro como capital de la región y fue considerada desde el siglo XVIII, como cabeza de la Mancha. En los siglos XVII y XVIII pertenece a la llamada provincia de la Mancha, que se crea en 1691. Carlos III proyectó la construcción de un canal de riego derivado del Guadiana, empresa que no llego a realizarse. Es la tierra clásica elegida por Miguel de Cervantes para crear la inmortal figura de D. Quijote. Esta rodeada de murallas antiguas, pero sus calles son largas, rectas y espaciosas. Sus edificaciones más notables son : la catedral, restaurada recientemente, con un magnifico retablo del Renacimiento, la iglesia de San Pedro, el Palacio Episcopal, la Casa de la Misericordia, el Hospital, el Instituto, la Diputación Provincial y el Seminario Conciliar de las Ordenes Militares. De gran merito arquitectónico es la Puerta de Toledo, declarada Monumento Nacional. Es residencia del Gobernador Civil, sede de la prelatura nullíus, de Audiencia provincial y del Gobernador Militar. Posee escuelas de Ingenieros Técnicos y Agrícolas, Comercio, de profesorado de E.G.B. y de Artes y Oficios.