ITINERARIOS POR SANTANDER 2


SANTANDER MARÍTIMO

Comenzaremos nuestro paseo en Puertochico, antiguo puerto pesquero, hoy deportivo, presidido por el Real Club Marítimo, que funde sus cimientos en el mismo mar. Es una de las zonas más características de la ciudad, con agradables terrazas y numerosos establecimientos de hostelera. En sus aledaños se encuentra el Museo de Prehistoria y Arqueología. La cercana calle Castelar llama la atención por el contrapuesto estilo de algunos de sus edificios, como el Banco Vitalicio, de carácter clásico y el edificio Siboney, peculiar muestra de arquitectura contemporánea de formas redondeadas.

Al alcance de la vista se encuentra el Palacio de Festivales, una monumental obra de Francisco Javier Sáenz de Oiza, que acoge entre otros eventos culturales, el prestigioso Festival Internacional de Santander, que se desarrolla en agosto. Junto a él dos edificios netamente marinos: la Escuela de Náutica y el Centro de Alto Rendimiento de Vela. Continuando el paseo por la avenida de Gamazo, veremos los restos de un antiguo astillero y su dique seco. Al final de la dársena, encontramos el Museo Marítimo del Cantábrico,  un recinto de recomendada visita. En esta zona se contempla uno de los más bellos panoramas santanderinos: la bahía en todo su esplendor y el extenso arenal que forman las playas de El Puntal y Somo. Al primer enclave se puede cruzar en lancha, a través de un servicio, que partiendo del Palacete del Embarcadero, permitirá disfrutar de un agradable paseo y de una perspectiva diferente de Santander.

SANTANDER Y SUS PLAYAS

Iniciaremos nuestro paseo desde el promontorio de San Martín, a lo largo de la avenida de la Reina Victoria, balcón natural que domina el generoso elenco de playas con el que está dotado el perfil marino de Santander, y vía clásica de acceso a uno de los enclaves más turísticos y elegantes del litoral español: El Sardinero. En primer lugar, podremos admirar la playa de los Peligros, que se une con La Magdalena, al pie de la península del mismo nombre. En lo más alto se yergue el elegante palacio real, inaugurado en 1913 como residencia estival del rey Alfonso XIII. En el recinto de esta península se ubican, además del Palacio de la Magdalena, que sirve de sede a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, unas hermosas caballerizas, un original mini-zoo junto a los acantilados y un extenso parque con magnifico arbolado.

Dejando a un lado este istmo y ya en mar abierto, divisaremos la playa de El Camello, denominada así por la forma rocosa que emerge de entre las aguas. A continuación, La Concha, acogedora cala de dorada arena, y la elegante Primera Playa, muy concurrida en días de baño, y en cuya entrada se localiza un antiguo balneario. La Plaza de Italia, centro neurálgico de El Sardinero, ofrece vistosas terrazas al aire libre, que en verano disfrutan de un gran ambiente hasta bien entrada la madrugada. Presidiendo todo el entorno se erige una de las edificaciones más características de Santander, el Gran Casino, muestra evocadora de la alegre Belle Epoque. Continuando el paseo accederemos a la Segunda Playa o de Castañeda, más popular y más extensa que las anteriores. Entre las dos últimas playas, conviene hacer un alto en el camino para descansar en los Jardines de Piquio, un entrante rocoso que divide con la marea alta a la Primera y la Segunda, y que adornado  de plátanos y palmeras sirve de espectacular mirador del Cantábrico. En dirección al faro de Cabo Mayor, encontraremos una preciosa finca, que conserva una gran variedad de especies de arbolado, además de un pequeño mini-zoo y el recinto municipal de golf de Mataleñas. Con la playa de Mataleñas, precioso lugar custodiado por una empinada escalinata, se cierra el conjunto playero enclavado en el casco urbano de Santander, un privilegio al alcance de muy pocas ciudades.