EL HIERRO (CANARIAS)

Para llegar hay varios vuelos desde Madrid y Barcelona, vía Tenerife. El tramo interinsular desde Santa Cruz de Tenerife hasta Valverde lo efectúa la compañía Binter. Trasmediterránea mantiene un servicio diario de barcos desde el puerto tinerfeño de Los Cristianos.

VALVERDE.- Anclada a media ladera a unos 800 metros de altitud, es la única capital canaria que no se encuentra al borde del mar.  La ciudad suele estar sumida en la bruma de los alisios, que magnifica su aspecto colonial y distante. Valverde, la villa, como la llaman los isleños, es el centro administrativo y político de El Hierro. Aquí se concentran las mejores y más surtidas tiendas y bazares. Aparte del entorno del Ayuntamiento y la iglesia de la Concepción, con sus muros de piedra volcánica engalanados de cal, el resto del conjunto urbano es de simple factura arquitectónica. La isla es rica en artesanía. Su condición de territorio aislado, al que no llego el agua corriente hasta 1986, propicio que las manifestaciones artesanas se conservaran como modo de subsistencia y avituallamiento. El Centro de Artesanía de Valverde exhibe y vende muestras de todos los artesanos herreños.

GUARAZOCA Y ERESE.- En la gasolinera de Valverde se tuerce por la carretera que va a Monacal y Guarazoca. Las viviendas de Guarazoca y de su vecina Erese muestran la arquitectura tradicional herreña, a base de negra roca  basáltica revestida de cal y rodeada de jardines donde florecen especies diversas durante todo el año. El nombre de Guarazoca evoca el de una princesa indígena que, por amor, revelo a un soldado español el secreto mejor guardado de su pueblo: como obtenían el agua. En El Hierro no hay ríos, ni arroyos en superficie, un hecho que actuó como freno al asentamiento de los conquistadores. Guarazoca mostró a su amado un tilo gigante, el árbol del Garoé, en cuyo follaje se impregnaba la humedad de los vientos alisios. Los bimbaches, aborígenes que habitaban la isla, habían cavado bajo su tronco aljibes en los que acumulaban el preciado liquido en cantidad suficiente para mantenerlos a ellos y a su ganado. El fenómeno se conoce como lluvia horizontal.

FRONTERA.- Una vez que la carretera enlaza con la de Valverde-Frontera, se ha de torcer a la derecha, cruzar la meseta de Nisdafe y ascender hasta los  escarpes de Malpaso, la cumbre de El Hierro a 1501 metros sobre el nivel del mar. La carretera baja entre bosques de laurisilva, una reliquia botánica del terciario que solo pervive en el archipiélago canario, hasta el valle del Golfo y Frontera, el segundo municipio isleño. Uno de los monumentos más singulares de este valle es la iglesia de la Candelaria. El templo es una sencilla obra de mampostería, pero su campanario resulta visible desde los cuatro puntos cardinales de El Golfo. Una carretera asfaltada lleva desde el centro de Frontera hasta el Ecomuseo de Guinea, formado por un antiguo poblado aborigen reconstruido por el Cabildo y el Lagartario de Guinea. El museo muestra en su interior ajuares y mobiliario de otras épocas, y permite al visitante hacerse una idea de las duras condiciones de vida en la isla. El Lagartario es un experimento piloto en el que se reproducen en cautividad ejemplares del lagarto gigante de El Hierro, un endemismo convertido ya en símbolo de la isla.

EL PINAR.- Desde este punto existen dos alternativas  para alcanzar El Pinar. Debe su nombre a sus numerosos ejemplares de pino canario que la rodean, una especie resistente al fuego, característica que le ha permitido reproducirse tras cada erupción volcánica. El Pinar es una localidad singular, con un casco urbano muy sencillo, pero con un carácter especial, producto de su aislamiento. Camino de la Restinga se cruza el mayor lajial de El Hierro. Las coladas de lava incandescente se solidificaron en su camino al mar dando formas sugerentes. Un desvío a la derecha lleva hasta la cala del Tacorón, donde la lava talló piscinas naturales muy agradables para el baño. Un poco más allá, la carretera finaliza en La Restinga.