DE VUELTA POR ASTURIAS 1

El espectacular macizo de los Picos de Europa se alza en la frontera entre Asturias y Cantabria. En estas regiones, las labores artesanas se mantienen vivas en pueblecitos asentados en remotos valles de montaña y boscosas colinas. Abundan los pueblos e iglesias antiguas, y en las costas no faltan bonitos puertos pesqueros. También se pueden admirar las pinturas rupestres de Altamira, con una antigüedad de más de 10.000 años. Asturias es una región orgullosa de su historia, en la que consta su freno a las legiones romanas y su contención de la invasión musulmana. La resistencia ofrecida por el mítico don Pelayo, al frente de sus aguerridos visigodos, desde las montañas de Covadonga, marcaría el comienzo de la Reconquista en toda la Península en el año 772. En el breve, aunque brillante periodo artístico que sobrevino a la fundación del reino de Asturias, en el siglo VIII, se construyeron muchas iglesias prerrománicas en torno a Oviedo y en otros lugares de la región. Minera e industrial, Asturias conserva increíbles paisajes que van del verde de los prados al blanco de sus cumbres, y una costa que va haciéndose más escarpada a medida que avanza hacia el occidente.

TARAMUNDI.-  Situada en la remota región de Los Oscos, esta pequeña aldea cuenta con un centro de turismo rural que organiza excursiones por los bosques en vehículos todo terreno. Taramundi tiene una larga tradición en el arte del forjado. Los romanos fueron los primeros que extrajeron hierro de las minas de la zona. Hay cerca de una docena de forjas en el pueblo y sus alrededores, y aún puede verse a los artesanos haciendo los tradicionales cuchillos de mangos de madera, caprichosamente labrados.

CASTRO DE COAÑA.-  El Castro de Coaña, uno de los asentamientos celtas más importantes de España, fue fundado en la edad del hierro y ocupado después por los romanos. En una ladera del valle de Navia se encuentran los restos bien conservados de las fortificaciones y los cimientos de piedra de castros circulares, algunos de los cuales se mantienen en pie. En el interior de los muros pueden verse varias piedras vaciadas que posiblemente sirvieron como urnas funerarias o se usaron para moler maíz. El museo del yacimiento exhibe muchas piezas sacadas a la luz en Coaña, como cerámica, herramientas y monedas romanas.

COSTA VERDE.-  Hace honor a su nombre este litoral donde se suceden calas arenosas e importantes acantilados, en los que se abren en ocasiones profundos estuarios, y buscan abrigo pueblos de pescadores. En el interior se extienden verdes prados y bosques de pino y eucalipto al amparo de las montañas. En esta franja costera, menos urbanizada de lo que es habitual en gran parte de España, los centros de veraneo suelen ser de tamaño pequeño o medio. Dos bonitos pueblos de pescadores, Castropoll y Figueras, ocupan la ribera oriental de la ría de Ribadeo, fronteriza con Galicia. Al este se alzan otros pueblos pintorescos como Tapia de Casariego y Ortigueira, en una caleta rocosa. Siguiendo por la costa, Luarca, tendida en un promontorio a los pies de una iglesia y un recoleto cementerio, tiene un puertito abarrotado de barcas rojas, azules y blancas. El pueblo de Cudillero, encajado en una angosta caleta, es aún más encantador; las terrazas y las excelentes marisquerías se agolpan en una minúscula plazuela, junto al puerto; al fondo, las casitas blancas de pescadores trepan por las escarpadas laderas. Continuando por la costa surge el rocoso promontorio de cabo de Peñas, allí en el pueblo pesquero de Candas, se celebran a veces capeas en la arena aprovechando la marea baja. Al este de Gijón, Lastres está al pie de un imponente acantilado, y La Isla tiene una ancha playa. Pasada Ribadesella se encuentra la localidad de Llanes; de este antiguo puerto hay que mencionar sus murallas y sus playas.

TEVERGA.-  Esta zona, al suroeste de Oviedo, reúne espléndidos paisajes y numerosas iglesias antiguas. Cerca del extremo sur de la garganta de Teverga está La Plaza. Aunque románica, la iglesia de San Pedro, del siglo XII, guarda un cercano parentesco con el prerrománico asturiano. Al oeste de La Plaza se halla Villanueva, con la iglesia románica de Santa Maria. Al este queda el valle de Quirós, con aldeas esparcidas por sus laderas. En los alrededores se encuentra el gran parque natural de Somiedo, que se extiende por las montañas fronterizas con León. Sus altos prados y castañares, hayedos y robledales son un reducto para los lobos, osos pardos y urogallos, así como para curiosas flores silvestres. El parque tiene 18 lagos de origen glaciar y está moteado de teitos, las cabañas tradicionales utilizadas por los pastores y rematadas con techo de paja.