UN RECORRIDO POR ARAGÓN
SOS
DEL REY CATÓLICO.- En este pueblecito de la comarca de las Cinco
Villas nació en el año 1452 el futuro rey Fernando el Católico. El palacio de
Sada, probable lugar de nacimiento del monarca, que cuenta con un bello patio
interior, es una de las mansiones LOS
VALLES.- Los encantadores valles de Ansó y Hecho, formados
respectivamente por los ríos Veral y Aragón Subordán, estuvieron aislados
hasta época reciente por la falta de carreteras en condiciones. Sus aldeas
conservan las costumbres tradicionales y un dialecto local llamado cheso que
pasa de padres a hijos. La naturaleza, la artesanía y los trajes tradicionales
de la zona atraen mucho turismo, sobre todo en verano. Las estribaciones
pirenaicas y los pinares que coronan el valle son ideales para el senderismo, la
pesca y el esquí de fondo. Ansó se asienta en el más hermoso de los valles,
que se convierte en una umbrosa garganta allí donde el río Veral y la
carretera que lo bordea se angostan entre farallones verticales y BENASQUE.-
Arrebujado en la punta nororiental de Aragón, en la cabecera del valle de Esera,
Benasque domina un bello y abrupto paisaje pirenaico. Aunque el pueblo ha
crecido mucho por el turismo, el uso armonioso de la madera y la piedra en las
nuevas construcciones da continuidad al estilo tradicional. Resulta delicioso
pasear por el casco antiguo, lleno de mansiones señoriales. Los edificios más
notables de Benasque son la iglesia de Santa Maria Mayor, del siglo XIII, y el
palacio de los condes de Ribagorza, con fachada de estilo renacentista. Sobre el
pueblo se alza el macizo de Maladeta, desde cuyos senderos y pistas de esquí se
disfrutan vistas magnificas. Varios picos de la zona, entre ellos el Posets y el
Aneto, superan los 3.000 metros. AINSA.- Capital del reino de Sobrarbe durante el medioevo, Ainsa no ha perdido su encanto. La anchurosa y empedrada plaza Mayor está rodeada de soportales de piedra. A un lado se alza la iglesia de Santa María, consagrada en 1181, y más allá las viejas callejuelas conducen al restaurado castillo. Fruto de su pasado, las casas presentan un marcado toque árabe. JACA.-
Se remonta al siglo II después de Cristo. En el siglo VIII la ciudad resistió
bravamente a los musulmanes y en 1035 se convirtió en la primera capital del
reino de Aragón. La catedral de Jaca, del siglo XI, es una de las más antiguas
de España; pero su interior está muy reformado. Su primitivo esplendor se
adivina en el restaurado pórtico sur, con tallas de tema bíblico, como las de
Isaac y David. Esculturas y ornados abovedamientos embellecen la sombría nave
central y las capillas. En los claustros, un museo de arte sacro contiene una
colección de frescos románicos y góticos y esculturas de iglesias de la
comarca. PARQUE NACIONAL DE ORDESA.- Dicho Parque y el Monte Perdido combinan los elementos más espectaculares del paisaje pirenaico. En el corazón del parque hay cuatro cañones glaciares, los valles de Ordesa, Añisclo, Pineta y Escuain, que moldean los grandes macizos calcáreos de las tierras altas, creando simas y farallones formidables. A la mayor parte del parque sólo se puede llegar a pie, y las nieves del otoño y el invierno lo vuelven inaccesible a quienes no dispongan de equipo especial. En verano, sin embargo, el gran numero de personas que visitan el parque atestigua la merecida fama que ha obtenido como paraíso para montañeros y naturalistas. Ordesa es todo un espectáculo de fauna y flora, con numerosos endemismos. Los arroyos trucheros corren por el lecho del valle, cuyas laderas se cubren de un manto verde que cobija a todo genero de criaturas, entre ellas nutrias, marmotas y urogallos. Las flores brotan antes de que se derrita la nieve: gencianas y orquídeas se ocultan en las grietas, y el edelweis arraiga en los peñascos más hostiles. Más arriba, junto a jabalís y zorros, el rebeco pirenaico sigue siendo común; pero el ibex de Ordesa escasea hasta el punto de ser especie protegida. En lo más alto, los pináculos rocosos son los dominios de las aves de presa como las águilas imperiales y los quebrantahuesos. |