RUTA DEL BAJO ARAGÓN 1
La comarca de los Puertos de
Beceite, también llamada del Bajo Aragón o Matarraña, es otra
posibilidad que ofrece la Mancomunidad Turística del Maestrazgo, junto
a las sierras del mismo nombre y Gúdar. Esta primera posibilidad es la
más extensa de todas y ofrece un abanico de viajes Las fuerzas para seguir el camino lo ponen
el queso y el vino, todo de la tierra. Hasta alcanzar nuestro siguiente
objetivo, Morella, todavía en tierras levantinas, repasamos algunos
lugares de interés por su monumentalidad artística, espiritual o
natural. Para ello habrá que visitar el santuario de la Virgen de la
Vallivana, el puerto de Querol y la localidad de Vallibona. La historia
cuenta que el Papa Luna, Benedicto XIII, que tantos veranos pasó en
Peñiscola, y San Vicente Ferrer, se alojaron en Villivana poco antes de
entrevistarse en Morella con el rey Fernando de Antequera, allá por el
siglo XV. Desde el alto de Querol se divisan, a la bajada, unas buenas panorámicas
y en Vallibona hay que detenerse ante la iglesia de la Asunción,
monumento del siglo XIV. Este pueblecito ofrece, además, múltiples
posibilidades de excursión por la Reserva Morella es la capital del Alto Maestrazgo y
un poco la joya monumental de la ruta. Su historia la han escrito
infinidad de personajes como el Cid, Jaime I, Fernando de Antequera, el Papa
Luna, San Vicente Ferrer, Carlos I y el general carlista Ramón Cabrera,
entre otros. Todos ellos han aportado prestigio a esta ciudad a la que
hay que dedicarla toda una mañana y si puede el día entero. Cuenta con
un recinto amurallado de más de 2 kilómetros, seis puertas, hay que
entrar y salir por las de San Mateo y San Miguel, las más bonitas, 14
torres y una buena colección de notables edificios civiles, religiosos
y militares, como las casas de la Villa, Piquer, Ciurana y Rovira.
Cuentan que en esta última, en la calle de Vallivana, San Vicente
Ferrer realizó el prodigio que recuerda un mosaico de azulejos
instalado en el lugar. La historia es la siguiente: el dueño de la casa
invitó al monje a un guiso preparado por su mujer con lo mejor de su
hacienda, la cual no debía estar en su sano juicio, pues no se le
ocurrió otra cosa que descuartizar y cocinar al hijo, probando el dedo
meñique para comprobar el plato. Enterado el santo de la locura
cometida y ante el asombro de los comensales, recompone el cuerpo del
pequeño, pero sin un miembro, el dedo meñique, claro. Conmovedora y trágica
historia. El templo gótico más bello de la Comunidad Valenciana, eso
cuentan los del pueblo, es la iglesia arciprestal de Morella, basílica Cerca queda el ex-convento de San Francisco, de finales del siglo XIII, es decir, gótico primitivo, nombrado Monumento Nacional. Por último habrá que visitar la fortaleza, ese castillo que tanto trabajo le costó tomar al Cid. Es uno de los lugares más inexpugnables de la península y dispone de varios recintos amurallados superpuestos. El castillo ha defendido a la ciudad de las tropas del archiduque austriaco Carlos en su pelea por el trono español de Felipe V; fue protagonista activo en la guerra de la Independencia y finalmente alcanzó fama y prestigio durante la primera guerra carlista. De este enfrentamiento nació un héroe muy ligado a la historia de la ciudad, el general Cabrera. Cuentan que después de varios intentos carlistas por conquistar la villa levantina para la causa rebelde, un joven seminarista, al mando de una partida de nueve hombres, consiguió entrar en el recinto y apoderarse de la ciudad. Al parecer, un desertor del ejercito borbónico informó al joven Cabrera de un acceso secreto a través del retrete de una garita por la que se podía penetrar en la fortaleza y así se hizo. Después de rechazar los ataques de las tropas del general Oraá, cayó ante otro general, Espartero. Murió en Inglaterra con el sobrenombre del "Tigre del Maestrazgo" y con el titulo de conde de Morella. La ciudad conserva una curiosa tradición festiva, las fiestas Sexenales, que se celebran cada seis años, la última fue en el 2000. |