SERRANÍA DE RONDA  1


Las dos rutas más directas y rápidas que conducen de Málaga a Ronda son las que recorren la autovía N-340 hasta San Pedro de Alcántara, en el término municipal de Marbella, que llega a Ronda por el puerto de San Pedro, y la que siempre por el interior, atraviesa Cártama y Ardales. Unos 10 kilómetros después de Ardales hay que desviarse a la izquierda hacia Cuevas del Becerro y Ronda. Desde Sevilla se llega a ronda a través de Utrera y Puerto Serrano. 

RONDA.- Es una localidad asomada a un profundo cortado conocido como el Tajo de Ronda y asentada sobre dos plataformas rocosas. La ruta se inicia en lo que los rondeños llaman "la ciudad", la primera Ronda, la vieja. Su corazón es la plaza de la Duquesa de Parcent, en la que desemboca la calle Armiñan, que atraviesa la ciudad hasta el puente que une las zonas vieja y moderna. Antes de llegar a la plaza de la Duquesa de Parcent, conviene detenerse en el Museo del Bandolero. En la plaza se encuentra el Ayuntamiento, construido en 1734 como cuartel de milicias, junto al cual se halla la iglesia de Santa María la Mayor, que fue mezquita mayor con los musulmanes. Así mismo, en la plaza se pueden ver la iglesia de la Caridad, del siglo XVI, donde se enterraba a los ajusticiados y desposeídos, y el convento de las Clarisas, con un artesonado mudéjar del siglo XVI. Se sale de la plaza por un callejón estrecho situado al fondo por el que se llega al palacio de Mondragón, edificio mudéjar que alberga el Museo de Ronda.

Alrededor de Mondragón hay que visitar la casa de don Juan Bosco, de estilo andaluz de finales del siglo XIX, con jardines sobre el Tajo, y la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, del siglo XVI, uno de los mejores ejemplos del barroco rondeño. Una calle empinada conduce al palacio del marqués de Salvatierra, con una portada del siglo XVIII. Enfrente esta la casa del Rey Moro, un palacete del siglo XVIII con una escalinata que baja al Tajo, a la construcción conocida como La Mina, levantada por los musulmanes para abastecerse de agua, junto a la fuente de Ocho Caños, la única antigua que conserva Ronda, se halla la iglesia de Nuestro Padre Jesús, con un interesante claustro, y bajo las murallas, los baños árabes, construidos entre los siglos XIII y XIV. De vuelta a la fuente de Ocho Caños, se sube por la calle Santa Cecilia hasta ver la posada de las Animas, donde según la leyenda se alojó Cervantes. Hay que seguir hasta la plaza de España, con su homogenica arquitectura finisecular abriéndose al puente. Luego se llega a la plaza de toros y su museo taurino. Las fiestas de Ronda son a mediados de mayo y tienen corridas goyescas en la primera quincena de septiembre.