AROCHE (HUELVA)


Piedras del diablo, llaman las gentes a estas rocas enhiestas, los menhires, restos de antiguas culturas y origen de numerosas leyendas y algún que otro rito pagano.

Como contraste con estas creencias Aroche alberga uno de los más curiosos museos religiosos, el del Santo Rosario. Su fundador, Paulino, fue coleccionando objetos a lo largo de treinta años y, tras su muerte, en 1993, pasaron a propiedad del Ayuntamiento. Donados por papas, reyes, políticos o jugadores de fútbol, allí están representados todos los estamentos sociales y algunas piezas son autenticas obras de arte hechas en oro, plata o marfil.

Otro museo más tiene Aroche: el Arqueológico (con restos neolíticos, romanos y árabes), instalado en el castillo. En él se guarda la historia arqueológica de esta población, una de las más antiguas de la sierra (el guía, Manuel Amigo, lleva varios años contando curiosas historias). En Aroche, la Aruci Vetus romana, residió Escipión el Africano, llegado desde Roma para combatir a Viriato. Además de dólmenes hay restos de calzadas romanas ( en el alto de los Méndez o camino de Cortegana), ruinas de un anfiteatro romano del siglo II (sobre el que se levantó un castillo almorávide en el siglo IX, ahora convertido en curiosa plaza de toros), restos de una muralla ciclópea y un poblado romano junto a la ermita de San Mamés, donde se celebra una importante romería. La ermita, originariamente mudéjar, se reformó en el siglo XVIII para llevar a ella la imagen de San Mamés.

El traslado de este mártir-niño, patrón de Aroche, fue causa de una larga polémica que ya nadie recuerda, pero que originó la romería que se celebra en Pentecostés, una de las más importantes de la sierra, con cientos de caballistas y carrozas adornadas. En ella se pueden escuchar las típicas jotillas arochenas y ver bailar sevillanas.

Aroche conserva edificios de clara influencia árabe (sobre todo en el barrio de la cota) y una iglesia gótico-renacentista dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Muchas casas muestran asimismo escudos nobiliarios.

En los alrededores, numerosos castillos de tiempos de las luchas entre árabes y cristianos, y pueblos de casas blancas en un paisaje de encinas y alcornoques y, sobre todo, uno de los mejores jamones serranos de España. En el paraje natural de Sierra Pelada se pueden contemplar aves rapaces, entre las que destaca por su rareza el buitre negro.